Las Canteras, con mucho 'swing'
24 horas sin parar en la playaza de Las Palmas de Gran Canaria. El paseo marítimo ofrece restaurantes multiétnicos, música en directo, clubes, cafés, heladerías y olas afamadas. Y unos atardeceres que quitan el hipo
La zona del Auditorio Alfredo Kraus, conocida por la Cícer, concentra a lo más alternativo de Las Palmas de Gran Canaria. La ciudad revive por ahí. La proliferación de surferos y skateboarders aporta un tono desinhibido a esta zona de grandes olas, que hoy es referente en locales de música en directo. El principal, el Rincón del Jazz del Auditorio Alfredo Kraus, que a finales de mes inaugura nueva temporada.
Estos espacios conviven durante todo el paseo playero con locales nacidos con el boom turístico de los años setenta, pues en los últimos tiempos Las Canteras, franja de fina arena dorada de cuatro kilómetros de largo, está experimentando un nuevo auge, después de 15 años en los que la fuerte inmigración desviara el ocio nocturno al casco histórico.
Cuando la tarde comienza a declinar en la playa, la terraza La Guarida (paseo de las Canteras, 77) es espejo de la variopinta fauna que la recorre. Nativos, turistas e inmigrantes; deportistas y sedentarios; surferos y bañistas; pragmáticos y bohemios. Muchas parejas acuden con niños, que corretean por la arena mientras las madres escuchan a grupos locales de rock, pop, indie o techno los sábados de 17.30 a 19.30. El paseo se alborota mientras un parapente cruza por delante del sol, que a estas horas es una brasa languideciente tras la silueta del Teide, en la vecina Tenerife. Uno de los lugares mejores para verlo es la terraza La Marina del hotel Reina Isabel (paseo de las Canteras, 24). Sus amplias cristaleras dan la sensación de ver pasar la ciudad en tecnicolor con el volcán al fondo. El ocaso es también la hora en que saharauis, mauritanos y marroquíes llenan la avenida con sus coloristas atuendos. Sin mezclarse, como si hubieran pactado sus espacios tras duras negociaciones. Algunos se estiran en corro sobre la arena de la playa.
Cerca, la terraza Glamour (paseo de las Canteras, 14) ofrece exquisitos dry martinis con aceituna, paragüitas y pajita. Podemos pedirlo en vaso de plástico para tomarlo sobre la arena de la playa, aunque nada supera las caipiriñas del Piemonte (paseo de las Canteras, 77), restaurante italiano regentado por brasileños. Si las ondulaciones provocadas por la ginebra o la cachaza hacen necesario un café, ningún sitio mejor que La Posada (La Naval, 8), con 35 años de presencia y ambientado con cabezas disecadas de animales del bosque que recuerdan a la conocida secuencia del motel de Psicosis.
Noches sabrosas
De noche, el paseo es un ir y venir de gente que camina despreocupada, y de corredores. Los turistas ocupan las terrazas tenuemente iluminadas y los restaurantes comienzan a servir las cenas. Polar (indio; Sagasta, 17; unos 10 euros), Ginza (coreano; Nicolás Estébanez, 52; 12 euros), El Novillo Precoz (uruguayo; Portugal, 9; 40 euros), Balalaika (ruso; Prudencio Morales, 37; 30 euros), Fuji (japonés; Guanarteme, 56; 25 euros), Casa Galicia (gallego; Salvador Cuyás, 8; 35 euros), Siesta (flambeados; Hierro, 23; 22 euros), Los Cedros (libanés; Los Martínez de Escobar, 68; 20 euros) y Maitetxu (vasco; plaza de la Música; 35 euros) dan buena cuenta del cóctel de procedencias.
Para la marcha, podemos seguirle el rumbo a los directos de La Guarida. Muy cerca, en la plaza del Pilar, la terraza Tiramisú (Lepanto, 29) ofrece conciertos de grupos locales de jazz, blues y rock los sábados, de 21.00 a 23.00, en cierto ambiente perrofláutico. Y en la plaza de la Música, Mojo Club (jueves a sábados, a las 21.00 o 23.00) y Nasdaq (sábados, a las 22.00) son locales que también apuestan por la música en directo. La noche puede acabar en el local de directos señero de la ciudad, Paraninfo (Franchy Roca, 18), un clásico donde abundan rastas, heavies y rockeros.
Si se opta por una marcha más tranquila, la tetería Mumbai (Covadonga, 11) es lugar ideal de relax bajo un suave manto de música chill out y el humo de aromáticas narguiles (pipas turcas de agua) de manzana o melón. Después, junto a La Rosa de Farray (plaza Farray, 1), lugar clásico de peregrinaje de periodistas y bohemios, el bar colombiano El Rumbo atrae a la numerosa población inmigrante de la zona. Entre sones latinos, boleros y música tradicional, es lugar de cita de parejas antes de continuar por los muchos lugares de baile de salsa. La noche puede pisar el acelerón en Nowanda (Portugal, 26). Ambiente de after con música technohouse para irreductibles activistas anti-mañanas.
Amanece en la playa donde se bañó Agatha Christie y donde John Huston y Gregory Peck rodaron Moby Dick. La placidez contrasta con el frenesí nocturno. No es raro encontrarse gente en bañador y toalla junto a otros a los que la noche se les hizo demasiado larga. Corner Café (Gran Canaria, 2), La Cafetera (Dr. Miguel Rosas, 41) y Casa Suecia (Tomás Miller, 70) son buenos lugares para el desayuno. Si llevamos hamburguesas a la playa, nada mejor que Casa Ricardo (Salvador Cuyás, 9). Si llevamos bocadillos, El Retinto (Sagasta, 32). El lugar de helados más avanzado es La Praliné (paseo de las Canteras, 42).
Patear la playa de punta a punta es una obligación. Y descubrir sus fondos de fosforescentes algas malvas y verdes y peces multicolores al vaivén de la marea, un regalo para los sentidos. Por el paseo podemos caminar cuatro kilómetros desde el Auditorio Alfredo Kraus hasta el Confital, zona recientemente recuperada para el baño con una mínima intervención en madera y dueña de una de las mejores olas de Europa para la práctica de surf y bodyboard. Si el ambiente playero nos abre el apetito, hay decenas de lugares donde saborear comida canaria. La Marinera (La Puntilla; 25 euros) y Casa Camilo (La Puntilla; unos 15) son los más frecuentados. Vieja hervida, cherne a la espalda, papas arrugadas con mojo picón, pulpo frito con mojo verde, gofio escaldao con cebolla roja... Propuestas que pueden hacernos olvidar que, muy pronto, la tarde nuevamente comienza a declinar en Las Canteras. ¿Hora de volver a La Guarida?
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