El consenso institucional y el mensaje a ETA

Consenso y acuerdo institucional fue el mensaje más repetido por todos los cargos públicos asistentes a la presentación de la entrada del AVE a Bilbao. La foto también lo reflejaba al aglutinar a todos: desde el lehendakari Patxi López, pasando por el ministro del ramo, José Blanco, y el diputado general, José Luis Bilbao, y el alcalde, Iñaki Azkuna. Además, estaban el consejero de Transportes, Iñaki Arriola; la diputada foral de esta área en Vizcaya, Pilar Ardanza; el portavoz socialista en el Parlamento, José Antonio Pastor, concejales del PNV en Bilbao y un buen número de junteros vizcaínos del PSE y PP.

López destacó que la Y es un proyecto de país y destacó la importancia de que "estemos todas las instituciones arropándolo, subidos a ese tren". Resaltó que la presencia de las máximas autoridades en el acto "es producto de un largo trabajo" para consensuar el trazado y enfatizó las "enormes ventajas" para Bilbao al crear un gran espacio urbano.

Pero, a diferencia de otros actos de obras del tren de alta velocidad donde se obviaba a los terroristas, ayer hubo continuas referencias a las amenazas de ETA al AVE, que hace poco más de un año asesinó al empresario Inaxio Uria, dueño de Altuna y Uria, una de las adjudicatarias de las obras. El lehendakari advirtió de que "nada ni nadie" parará el tren de alta velocidad. "No lo va a detener el terror ni la violencia que algunos quieren ejercer", dijo.

José Luis Bilbao aseveró que las autoridades "pelearemos" contra los que utilizan esta infraestructura "como lucha terrorista". "Que sepan que nos tendrán enfrente".

El ministro José Blanco admitió que a la dificultad propia de una infraestructura de este tipo -la de mayor inversión en la historia de Euskadi, que superará los 6.000 millones de euros- se añaden las amenazas de ETA. "Pero este tren no lo van a parar porque cada vez están más solos", espetó.

Blanco se reunió a primeras horas de la tarde, antes del acto de presentación, con el Círculo de Empresarios Vascos para transmitir el apoyo a las constructoras que participan en la ejecución de la Y ferroviaria e insistirles en las medidas de seguridad implantadas por el Ejecutivo desde que se conocieron las amenazas de los terroristas.