Los bomberos defienden su actuación en el fuego de Horta

Un fuerte viento circular, las altas temperaturas, la vegetación espesa y la "intranquilidad" que generó el rescate de los bomberos de la unidad Brif del Ministerio de Medio Ambiente en plena lucha contra las llamas. Ése es el cóctel que, según el Departamento de Interior, ocasionó la muerte de cinco bomberos y quemaduras a otro en el incendio de Horta de Sant Joan (Terra Alta), el pasado 21 de julio.

El jefe de los Bomberos de la Generalitat, Joan Rovira, explicó ayer que ésa es la principal conclusión que recoge el informe aportado al juzgado de Gandesa que investiga el caso.

El informe se difundió ayer después de que Pau Simarro, el abogado de la familia de un bombero fallecido, asegurara que las víctimas, atrapadas en las llamas, pidieran auxilio hasta cinco veces, sin obtener respuesta. Interior aseguró: "la comunicación no se perdió en ningún momento" y que fue la falta de respuesta por parte del Grupo de Actuaciones Forestales (Graf) de Lleida, al que pertenecían las víctimas, lo que hizo sospechar que algo iba mal.

Rovira aceptó que, aunque se siguieron los protocolos establecidos, esa evacuación de los efectivos de la unidad Brif limitó la capacidad de maniobra.

El jefe de los Bomberos de la Generalitat, Joan Rovira, explicó que las conversaciones entre las diferentes unidades en el lugar del fuego -incluido el Graf de Lleida- y el puesto de mando prueban que todos estaban muy preocupados por el riesgo que pudiera correr la unidad Brif.

La maniobra para rescatarlos monopolizó los medios aéreos e impidió seguir el cambio brusco de las condiciones climatológicas y del fuego, que arreció en ese momento. Más del 90% de los efectivos que participaban en la extinción tuvieron que realizar maniobras de autoprotección, dijo Rovira.

El Graf de Lleida decidió no abandonar el lugar en un primer momento porque se sintió seguro en su zona de protección. Según el protocolo de bomberos, ante la carencia de medios aéreos que pudieran ofrecer una mejor perspectiva de la situación, los efectivos que están sobre el terreno son los que deciden qué hacer. Pero la evolución de las llamas les terminó envolviendo en una tormenta de fuego. A las 16.03 horas acabó el rescate de los Brif y tres minutos después los bomberos de Lleida alertaban del cerco.

Rovira también anunció que a raíz del siniestro se revisarán las consignas de seguridad y que habrá "cambios de detalles y algunos con detenimiento". Aunque alabó la capacidad de su equipo, aceptó: "los bomberos quizá no tenemos la capacidad para apagar los incendios en fase de propagación extrema, donde la velocidad del fuego supera la de la extinción".