Los fumadores pasivos y la ley
En respuesta a la carta Prohibido fumar, firmada por Alejandro Lorenzo y publicada en EL PAÍS el 12 de enero, no es cierto que no se obligue a los ciudadanos a inhalar el humo ajeno: todos los trabajadores de los locales de ocio en los que se permite fumar están "obligados" a respirar humo. Y lo mismo pasa con los niños que acompañan a sus padres a estos locales. Por tanto, y sintiéndolo mucho, apoyo absolutamente la prohibición de fumar en los lugares comunes, y pienso que para nada limita la libertad individual, sino todo lo contrario, protege la libertad de los no fumadores.- Aída Lago Martín. Valencia.
El tabaco produce cáncer y mata, eso lo sabíamos muchos hace tiempo, y desde hace poco ya lo sabe todo el mundo. La decisión de seguir fumando es personal, y eso es un derecho de cada uno.
También se sabe desde hace tiempo, y ya lo sabe todo el mundo, el efecto nocivo del humo sobre los no fumadores (fumadores pasivos).
Lo terrible es saber que al año mueren en España 1.400 personas como consecuencia del humo del tabaco de otros. Personas que no han elegido fumar y sin embargo mueren por la negligencia de autoridades y la intolerancia de los fumadores.
Todos nos llevaríamos las manos a la cabeza si en un accidente murieran 1.400 personas (la mitad del 11-S, por ejemplo), y sin embargo no le preocupa tanto a la sociedad fumadora y a los Gobiernos responsables que 1.400 fumadores pasivos mueran como consecuencia de un hábito nocivo, y que para ciertas sociedades es ya un símbolo del pasado. Ya no es el gasto de la Seguridad Social que producen los enfermos (que es mucho), estoy hablando de 1.400 muertos por el tabaco, víctimas que no decidieron fumar pero que terminaron "tragando" el humo de los demás, por si alguien no lo sabía. Los fumadores pasivos realmente estamos indefensos ante la sociedad, ésta es la realidad.
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