La Caixa explora la venta de su red de más de 5.000 oficinas, la mayor de España
Deloitte trabaja en la operación, que todavía no ha sido aprobada
La Caixa es la única de las grandes entidades financieras españolas que no ha sacado tajada de su patrimonio inmobiliario de oficinas, que suma 5.530 sucursales, todas de su propiedad. Ahora, sin embargo, se muestra por primera vez dispuesta a explorar esta vía, que supone desprenderse de un activo inmobiliario, pero quedándose en él en alquiler.
Fuentes financieras confirmaron ayer que la consultora Deloitte está elaborando un estudio, aún no terminado, sobre las ventajas que podría reportar la salida al mercado de la red de la caja.
No hay ninguna decisión definitiva tomada que haya pasado por el Consejo de Administración o por el Comité de Dirección, pero en estas instancias se consideraba ayer lógico que la entidad baraje alternativas que le permitan reforzar su capital. La coyuntura es clave. Fuentes de otras entidades inmersas en procesos similares comentaron que 2010 es más propicio que 2009 para vender sucursales, que suelen interesar a sociedades inversoras de fortunas familiares o a fondos inmobiliarios. "Existe un incipiente movimiento del ahorro desde los depósitos hacia los fondos de inversión, que irá a más, así que éstos buscan nuevos activos atractivos donde invertir", señalaban. La rentabilidad que se le suele sacar a las oficinas en estas operaciones (sales and lease back) ronda el 6,5%. La caja que preside Isidre Fainé y dirige Juan María Nin no ve con simpatía desprenderse de toda la red, sino un tanteo con paquetes pequeños de sucursales.
Santander y BBVA obtuvieron por las ventas de edificios, la mayoría oficinas, 2.040 y 1.154 millones, respectivamente (al margen de sedes corporativas). Banco Sabadell y Caixa Catalunya también han anunciado que seguirán esa vía, aunque en el segundo caso las fusiones han frenado el proceso.
Por otra parte, La Caixa ha lanzado una nueva hipoteca con un tipo de interés fijo nominal del 2,84% en los tres primeros años en la que, en caso de subrogación, la entidad asume los gastos de notario, gestoría y tasación.
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