El PSOE rehúsa las llamadas del Partido Popular a pactar el decreto del gallego

A efectos del decreto del gallego, en el PSdeG sigue reinando la misma frase que pronunció su secretario general, Manuel Vázquez, en noviembre pasado. "De este lío, que salga Feijóo solo: hay que dejarlo cocer en su salsa, para que aprenda que con la lengua no se juega", declaró entonces. Cuatro meses después, en las filas socialistas esperan que el PP reaccione al descontento generalizado que ha provocado el decreto con un intento de aproximación al PSdeG, pero los socialistas no están dispuestos a ofrecerse como tabla de salvación.

Desde que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, dio a conocer el borrador del decreto con el que se va a regular el uso del idioma en la enseñanza, el PP viene reclamando "consenso" y apelando a la "responsabilidad" de los grupos políticos, un llamamiento que tiene como principal destinatario al partido que lidera Manuel Vázquez. Si el PP consiguiera una foto final de apoyo socialista a su decreto, sería el BNG el que se quedase aislado, igual que le ha ocurrido al PSOE con el acuerdo entre populares y nacionalistas para sacar adelante la ley de cajas.

La norma no pasará por el Parlamento, y por lo tanto no precisa de votos

Pero el PP pincha en hueso: los socialistas no tienen intención siquiera de abrir una negociación, en todo caso más mediática que necesaria, ya que el decreto no pasará por el Parlamento, y por lo tanto no precisa de voto alguno de los socialistas. Si Manuel Vázquez tenía escasas intenciones de apoyar al PP, el contenido del decreto, que su entorno considera "un disparate", convierte en cualquier negociación en una quimera. "Los que inventan un problema no deben colocárselo a los de enfrente", sostiene una fuente próxima al secretario general.

Pese a los reiterados intentos del PP de caricaturizar a unos socialistas "abrazados a las tesis de A Mesa pola Normalización Lingüística", como afirmó el portavoz del Partido Popular de Galicia, Antonio Rodríguez Miranda, la dirección del PSdeG considera que el decreto del gallego ha tenido la característica de "disgustar a toda Galicia". "Tiene enfrente a todo el mundo", opinan las mismas fuentes. El secretario general y sus más allegados consideran muy sintomáticas las declaraciones realizadas a este periódico por el aspirante a la presidencia del PP de Ourense, José Manuel Baltar Blanco, en las que sostenía que los argumentos sobre el gallego de una parte del PP le parecen "insultantes". Si el decreto crea controversia en el propio Partido Popular, no será el PSdeG el que acuda en auxilio de Feijóo.

La estrategia socialista pasa de momento por que Manuel Vázquez se mantenga en una discreta segunda fila, mientras son sus diputados Guillermo Meijón y Francisco Cerviño quienes se encargan del asunto. Pese a que reiterará sus ofertas al diálogo, el PP, por su parte, es consciente de las dificultades que entraña acercar al PSOE a sus posturas. "Hay que intentarlo, pero mejor no contar con ellos", sostiene con resignación un dirigente del Grupo Popular.

Los socialistas esperan no sólo llamamientos al PSdeG para que abandone el "extremismo" que le atribuyen el PP, sino una auténtica campaña de acoso, para empujar a los socialistas a distanciarse de las tesis de los sectores más radicales en defensa del gallego. En ese escenario, la Xunta ofrecería negociar el decreto como una tabla de salvación para los dos, de forma que ni los populares quedarían aislados en el arco político, ni los socialistas caerían en brazos de organizaciones como A Mesa pola Normalización Lingüística.