El fiscal pide 3.000 euros a Panero por contratar a un conserje a dedo
El ex alcalde de Boadilla, imputado por el 'caso Gürtel', afronta una inhabilitación
Arturo González Panero, ex alcalde de Boadilla del PP y uno de los principales imputados por el caso Gürtel, pasó ayer por el Juzgado de lo Penal número 1 de Móstoles. Le tocaba responder por un presunto delito de prevaricación sin relación con la trama de corrupción liderada por Francisco Correa. Panero está acusado de contratar en octubre de 2001 al hermano de una militante local del PP como funcionario del Patronato Municipal de Cultura de Boadilla sin concurso público previo, algo que para ese puesto era obligatorio.
Al final del juicio oral, que quedó visto para sentencia, el fiscal mantuvo su petición de ocho meses de suspensión para ejercer de cargo público para los dos acusados, Arturo González Panero y el ex concejal del PP José Francisco Pastor de Luz, así como una multa de casi 3.000 euros. La acusación particular, ejercida por el letrado Francisco Fernández-Castán en nombre del PSOE, mantuvo la petición de inhabilitación de dos años para González Panero y rebajó la de Pastor de Luz a una simple multa.
"Era ilegal. Algo olía mal", declaró el entonces secretario municipal
Panero destruyó el documento en el que validó la contratación
La defensa de Panero, que testificó durante algo más de dos horas ante la titular del juzgado, Elsa Martín, fue que no sabía nada de lo que se decidía en el Patronato de Cultura y que el documento que firmó para "fichar" al familiar como conserje de una escuela de música del Ayuntamiento nunca llegó a tener efecto.
Pero en opinión del fiscal, estas declaraciones tienen importantes lagunas. Especialmente si se toma en consideración la versión del otro acusado. José Francisco Pastor de Luz, gerente del Patronato de Cultura cuando el funcionario fue contratado de manera presuntamente irregular, aseguró que contrató como conserje de la escuela municipal de música a la persona que le indicaron: "El alcalde [Arturo González Panero] me dijo que me pusiera en contacto con Manuel Ángel Jiménez, entonces el jefe de despacho de Personal, porque había una persona que había pedido trabajo en varias ocasiones en el Ayuntamiento", reconoció el acusado, que posteriormente ejerció el cargo de presidente del Patronato de Cultura y concejal del ramo.
En su testimonio, Pastor de Luz afirmó haber contratado al hombre cuando él no era competente: "Yo firmo y no tengo competencias. Pero no había nadie en el Patronato. Lo hice por la necesidad urgente de un conserje en la escuela de música que se había instalado en un colegio".
Estos términos no fueron refrendados ni por la directora del centro, que no recordaba haber pedido de urgencia el funcionario, ni por el que fuera presidente del Patronato y concejal, José Francisco Gorrón Ceballos, que declaró como testigo, y de quien dependía la propuesta de contratación de los trabajadores de la empresa municipal: "Todo lo hicieron a mis espaldas. Yo me enteré de que le habían contratado cuando le vi en las dependencias municipales".
Gorrón Ceballos también negó haber sido el autor de la propuesta de contratación, tal y como asegura Panero. Este papel, según González Panero, no puede considerarse un decreto municipal que tuviera efectos jurídicos, ya que no fue refrendado por el secretario. Este texto fue posteriormente destruido por el ex primer edil, tal y como reiteró en su declaración.
Fue el secretario municipal, Manuel Acosta Bautista, quien en octubre de 2001 se negó a refrendar el decreto, que ya venía firmado por González Panero. Un mes después, en una reunión del Patronato de Cultura, volvió a calificar el nombramiento nulo de pleno derecho e incluso ilegal. "Era manifiestamente ilegal", reiteró ayer, en su declaración como testigo, en la que ahondó: "Algo olía mal".
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