Buen año para la Bolsa española

La Bolsa española ha cerrado este ejercicio con una subida del 29,84% en su índice Ibex 35, recuperando así la confianza de los inversores y una buena parte de las pérdidas sufridas el año anterior.

Las opiniones sobre este resultado del mercado de valores, después de algunos meses de escepticismo, vienen a coincidir en la recuperación de la confianza, sobre todo desde los mínimos alcanzados en los primeros días de marzo. Para algún observador, la vuelta de los inversores a los mercados demuestra que la crisis financiera y económica, al menos hasta ahora, se soluciona casi con la misma velocidad con que se generó.

En el mes de diciembre, el Ibex 35 sumó un 2,54% a las ganancias ya acumuladas, a pesar de que en esta última semana no logró un resultado positivo. Como "declaración de intenciones" queda el último máximo anual conseguido el pasado martes, con 12.035,10 puntos, y que sólo el mal dato de la masa monetaria de la eurozona en noviembre impidió mejorar.

El valor máximo alcanzado por el Ibex 35 fue de 12.102,60 puntos y el mínimo quedó en 6.702,60 puntos. Entre ambos datos median poco más de ocho meses en los que se han ido solucionando los problemas del sector financiero y algunos de la economía real, todavía la gran asignatura pendiente para el próximo año.

Los analistas se devanan los sesos intentando averiguar cómo reaccionarán las economías ante la anunciada retirada de los apoyos estatales. Para muchos, esta especie de "respiración asistida" es la que ha permitido el milagro de la recuperación de los mercados de valores y existe cierto temor para cuando las economías tengan que funcionar sin ella.

En esta semana se conocieron algunos datos positivos para la economía estadounidense. La confianza de los consumidores creció en diciembre y el barómetro empresarial de Chicago sobre expectativas económicas también subió con fuerza, aunque se trata de estimaciones y previsiones, no de datos reales. La mala noticia llegó con el descenso de la masa monetaria de la eurozona en el mes de noviembre, que indica que el dinero se mueve muy poco y que las existencias escasean. Este dato aguó la esperada fiesta de cierre de los mercados de valores europeos al anticipar un nulo, o muy bajo, crecimiento del consumo para esta fase final del ejercicio.

Con todo, los analistas se muestran medianamente optimistas ante este nuevo ejercicio, en el que esperan que los mercados de valores suban entre el 10% y el 15% gracias a la recuperación de la economía. Aquí, la cuestión está en saber si la Bolsa se sumará a esos avances con una economía para la que los pronósticos no son muy halagüeños y después de haber registrado una de las mayores subidas anuales en el pasado año, superando hasta en ocho puntos porcentuales a los principales mercados europeos.