_
_
_
_
_
Reportaje:

Sindicalismo en la Guardia Civil

Un libro recorre la historia de la lucha sindical en el instituto armado

La conclusión más optimista es que algo ha cambiado en la Guardia Civil en los últimos 30 años en la lucha por los derechos de los agentes. Y la más asombrosa, que aún quedan pendientes reivindicaciones esenciales planteadas hace también casi 30 años por falta de compromiso político y obstaculización de los mandos. Manuel del Álamo, dirigente sindical; Fernando Carrillo, ex guardia civil fundador de la Asociación Unificada de Guardia Civil (AUGC), de la que ha sido presidente y secretario; y José Manuel Gabriel, periodista, han escrito la memoria de tres décadas de aspiraciones democráticas, civiles, para un cuerpo forzado a ser militar.

Esa vida, desde la perspectiva sindical, se revisa atendiendo primero a la naturaleza misma de la Guardia Civil, a su papel histórico, a un poder de penetración social que fue codiciado y absorbido por el poder político para colocar en una delicada situación a la Guardia Civil con el restablecimiento de la democracia. Los autores pasean por la presencia de la Guardia Civil en la vida parlamentaria, globalmente escasa y en la mayor parte de las ocasiones inmersa en intereses no sólo de partido, sino también de uniformes. Se detiene en las expectativas que abrió el PSOE de Felipe González y las frustraciones, a pesar de algunos logros, de los miedos de la clase política para erradicar de la Guardia Civil no sólo prácticas militares que entienden los autores que son obsoletas y abusivas, sino para alimentar su carácter civil.

La obra aborda tres décadas de aspiraciones democráticas
Aún quedan pendientes reivindicaciones esenciales

Guardias valientes. Historia del sindicalismo en la Guardia civil (1977-2009), editorial Germanía, destaca el papel de los medios de comunicación para, en plena transición, llevar al debate colectivo el anhelo de cambio y retratar las que fueron primeras manifestaciones de libertad, así como las primeras detenciones por ello.

Aquellos primeros años lo fueron de espionaje dentro del cuerpo a los primeros sindicalistas, aquellos que formaban parte de un movimiento ilegal porque sus miembros lo eran del instituto armado. El inicio de Coproper, el embrión del asociacionismo en la Guardia Civil, las represalias y las negociaciones son parte del núcleo de un relato que con nombres y apellidos muestra quiénes cercenaron, castigaron, coartaron y amedrentaron, y quiénes dejaron hacer o contribuyeron a eliminar barreras. En el camino, expulsiones, expedientes, castigos, humillaciones, pérdidas, juicios. Carrillo explica que el principal objetivo es que los guardias civiles "no crean" que lo que ahora tienen, "el reconocimiento de una asociación, la aparente normalidad de convivencia con ella, es algo tan natural que no merece apego y conciencia". Carrillo está convencido de que la Guardia Civil no cambiará y se modernizará hasta que los guardias civiles lo reivindiquen. Asegura que aún hay miedo, y comportamientos de mandos sin respeto a la legalidad y profesionalidad. Y entiende que el relato de lo vivido puede mejorar la conciencia sobre las posibilidades de un cambio tranquilo pero inaplazable.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Los autores Fernando Carrillo, José Manuel Gabriel y Manuel del Álamo, con el secretario general de CC OO-PV, Francisco Molina.
Los autores Fernando Carrillo, José Manuel Gabriel y Manuel del Álamo, con el secretario general de CC OO-PV, Francisco Molina.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_