Cae una banda que robaba en domicilios de chinos ricos

La comunidad china recela de los bancos y, por ese motivo, suele guardar el dinero en casa. Los que más tienen utilizan incluso cajas fuertes. Pero esta opción tiene sus riesgos. Lo saben bien los 26 ciudadanos chinos que recientemente han sufrido robos en casa a manos de una organización criminal que ahora ha sido desarticulada por el Cuerpo Nacional de Policía.

Las víctimas de los asaltos fueron seleccionadas de forma premeditada y sometidas a vigilancia. Se trata, en su mayoría, de hombres que ocupan cargos ejecutivos y directivos dentro de sus empresas y a los que, por esa razón, los ladrones les suponían un alto poder adquisitivo.

La banda, integrada por ocho personas -tres españoles, tres argelinos y dos iraquíes- vigilaba comercios y empresas regentados por chinos. Los presuntos asaltantes permanecían alojados en la misma ciudad unos días, hasta identificar al jefe o gerente del negocio. Una vez lo lograban, "le sometían a seguimiento hasta que, sin querer, la víctima llevaba a los detenidos a su domicilio", explicaron fuentes policiales.

Una caja de 100 kilos

El resto del trabajo consistía en esperar con paciencia. Los arrestados aguardaban a que el detenido abandonara la casa para entrar. Usaban diversos sistemas para forzar la puerta: primero lo intentaban por medio del resbalón, que consiste en introducir un plástico duro entre la cerradura y el marco de la puerta. Si no funcionaba, tiraban de palanqueta. Y si esto tampoco servía, entonces rompían la puerta. En uno de los robos, en el barrio del Eixample de Barcelona, los ladrones se llevaron una caja fuerte con cien kilos de peso.

Las investigaciones se iniciaron en Oviedo, aunque los ladrones cometieron robos en Madrid, A Coruña, León, Burgos, Córdoba o Granada. Seis de ellos fueron detenidos en Valencia, y los otros dos, en Barcelona. Estos últimos, los iraquíes Habibo G., de 20 años, y Youssef N., de 26, acumulaban 10 y 11 antecedentes policiales, respectivamente. Youssef N. era el líder de la banda, que también contaba con personas que vendían los objetos en Argelia.

En la Operación Peluchín la policía ha esclarecido 33 robos con fuerza y ha recuperado 50.000 euros y objetos como móviles, relojes y joyas. Los miembros de la banda también están acusados de asociación ilícita.