Charlie Sheen amenazó a su esposa con un cuchillo

A un lado de la línea, la telefonista del servicio de emergencia. Al otro, Brooke Mueller, esposa del actor Charlie Sheen, que angustiada relata cómo se ha encerrado en el baño tras las amenazas de su marido con un cuchillo. Son las 8.34 del día de Navidad, en Aspen (Colorado) -localidad conocida por ser el lugar de vacaciones invernales de los ricos y famosos estadounidenses- y la policía llega poco después a la casa. Resultado: Sheen pasó el día entre rejas antes de pagar una fianza de 5.900 euros.

Ayer se supo más del caso, tras hacerse pública la llamada telefónica de auxilio y la declaración del oficial de policía, Rick Magnuson, que acudió al aviso.

Cuando Magnuson llegó, "no había heridas a primera vista en Mueller", que estaba en la cocina, y el actor esperaba en el piso de arriba. El policía llevó a Sheen al sótano para hablar, y allí él confesó que últimamente habían tenido problemas y que la discusión comenzó a las 3.30. Que se fue acalorando cuando ella le amenazó con divorciarse y llevarse sus mellizos, de nueve meses, y que su esposa, que había bebido -la prueba de alcoholemia de ella dio tres veces más cantidad de alcohol en sangre que la de él-, le empujó y le agredió. Por su parte, Mueller declara que Sheen primero le gritó, luego rompió sus gafas (el actor reconoció haberlo hecho), la empujó al suelo desde la cama y finalmente le amenazó con una navaja grande (con un filo de 10 centímetros y que el actor tenía guardada, abierta, en una bolsa de viaje) si contaba lo ocurrido. Según Mueller, no era la primera vez que Sheen lo hacía. Magnuson confirma en su informe que había marcas rojas en el cuello, que Mueller cuenta que se deben al empujón en el dormitorio.

Sheen ya había sido denunciado por malos tratos con anterioridad. En 1997 no refutó los cargos de violencia presentados por una amiga y en 2006 su segunda esposa, Denise Richards, logró que las autoridades emitieran una orden de alejamiento tras acusar al actor de abusos físicos.