Polaris se da tres meses para negociar la deuda y evitar la entrada en concurso
El grupo inmobiliario alega problemas transitorios de liquidez
Polaris World, líder en el sector de turismo residencial, ha admitido públicamente que vive una "falta de liquidez momentánea en algunas de sus filiales" y que está negociando con las empresas a las que debe dinero para evitar entrar en concurso de acreedores. La Ley Concursal le permite negociar durante tres meses para eludir la antigua suspensión de pagos y evitar así que algún acreedor solicite el concurso.
Un portavoz de la empresa ha confirmado que existe tal deuda pero prefiere "no aclarar quienes son sus acreedores ni a cuanto asciende". Este verano, cuando la empresa negoció un préstamo sindicado con varios bancos, diversas fuentes la situaron en 900 millones de euros.
Polaris, formada por más de 20 filiales que se dedican a la construcción de viviendas, campos de golf, hoteles y servicios asociados para los resorts, ha hecho público que atraviesa "una difícil coyuntura económica" aunque añade que "están tranquilos, al corriente de pago y a la espera de salir adelante sin tener que verse forzados al concurso de acreedores".
Algunas fuentes estiman en 900 millones la cantidad pendiente
Para ello la empresa ha comunicado al Juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia que está en negociaciones con esas empresas a las que debe dinero para "resolver amistosamente la deuda que tiene con ellos". Es la misma medida que tomaron otras empresas del sector como Nozar o Proinsa. Fuentes del juzgado de lo mercantil han explicado que "si las negociaciones no culminan bien, el grupo Polaris será declarado en situación de concurso de acreedores".
La empresa ha hecho gestos públicos en los últimos años de que la crisis estaba haciéndoles mella. Por ejemplo, el abandono de patrocinios deportivos o, según los sindicatos, "los despidos de trabajadores por tandas para evitar movilizaciones".
Según los datos del sector, sus casas no se han vendido al ritmo esperado y la sociedad se enfrenta a algunas denuncias por impagos por parte de pequeñas subcontratas. En verano se supo que la empresa estaba negociando reducir a cero su deuda con sus principales acreedores: Bancaja, CAM, Banco Popular, Banco de Valencia y Cajamurcia.
El gigante de la construcción murciano, creado en 2001 por los empresarios murcianos García Meroño y Armero, ha construido cinco resorts con campo de golf en la región de Murcia. La empresa siempre ha trabajado en municipios pequeños, como Torrepacheco, el pueblo natal de sus creadores. Su apuesta es "el turismo residencial de golf con servicios añadidos", según su web. Un 65% de sus compradores son británicos de la tercera edad.
A pesar de las críticas de la oposición regional (PSOE e IU) y algunos movimientos sociales como "Murcia no se vende", la empresa, apoyada en la patronal regional y el PP de Murcia, ha conseguido siempre sacar adelante sus proyectos urbanísticos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.