El esperanto y Babel
En 2009 se celebraron los 150 años del nacimiento del inventor del idioma y el centenario del congreso barcelonés
Si el pasado 15 de diciembre consultaron Google verían que una bandera verde y blanca -con una estrella verde- aparecía adornando su logotipo. Estos colores corresponden al esperanto, y aparecían con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Lázaro Zamenhof, su inventor. Con un tono que recuerda a Tolkien, este oftalmólogo polaco creó una lengua franca según el lema Cada uno con su lengua y una lengua para todos. Actualmente, se calcula que existen unos dos millones de esperantistas en el mundo, sobre todo en países como Hungría, Bulgaria y Brasil. Aunque el lugar donde se publica y se promueve más este idioma es China, dato que hay que tener muy en cuenta.
Su creador -un judío de origen alemán, nacido en Polonia y educado en Rusia-, fue un raro caso de talento prematuro. Tuvo la idea en la adolescencia, tras leer la historia bíblica de la torre de Babel. Buscando la forma de simplificar el latín encontró la manera de "retornar la unidad a la familia humana". Aunque su padre quemaría sus papeles mientras estudiaba en Moscú, y se vería obligado a comenzar de cero.
Zamenhof es el segundo médico extranjero con más calles dedicadas en Cataluña y su aniversario se celebró en Barcelona en el gabinete anatómico de la Academia de Medicina de Cataluña. Durante el acto, el lingüista Lluís de Yzaguirre -director del Laboratorio de Tecnologías Lingüísticas- se preguntó si el esperanto sería una lengua del tercer milenio. Por lo visto, a finales del siglo XXI se prevé que sólo queden 100 lenguas en el planeta. El 95% de las actuales desaparecerán, a medida que las lenguas hegemónicas se impongan. Tras la llamada fractura digital, el vigor de una lengua se mide ya por su uso en la red. Se calcula que hay unas 6.000 lenguas en el mundo (521 de las cuales están sólo en Nigeria). De estas, Wikipedia recoge 271 (el 5% del total), Linux se ofrece en 143 idiomas y Microsoft sólo utiliza 45 (el castellano ocupa el tercer puesto, el catalán el 15 y el esperanto el 21). De las lenguas artificiales, el esperanto sólo está por detrás del indonesio y del suajili; y muy por delante de otras como el volapuk, el ido, el interlingua, el novial y el toki-pona, a cuyo vocabulario pertenece la palabra "puki-nuki" del anuncio de Iberdrola.
En nuestro país, intelectuales como Juan Luis Vives y Carlos Aribau ya habían preconizado una lengua universal. Uno de los primeros introductores del esperanto en España fue Pi i Margall, ex presidente de la Primera República. En 1902 se editaba en Valencia un primer diccionario castellano-esperanto y en 1904 llegaba a Cataluña. Este año también se ha celebrado el centenario del Congreso Internacional de Barcelona de 1909, al que asistieron Joan Amades, Andreu Nin y Salvador Dalí (padre). El propio Zamenhof fue recibido en aquella ocasión con las calles engalanadas con banderitas verdes y nubes de confeti.
En las décadas de 1920 y 1930, el esperanto despertó un gran interés entre republicanos y anarquistas y durante la Guerra Civil; la CNT, el POUM y la Generalitat publicaron textos y revistas en esperanto, como el famoso diario Popola Fronto. Tras la persecución durante el franquismo, el esperanto parece volver a gozar de buena salud. Hay incluso un grupo musical que compone en esta lengua -Caj Tiel Plu-, y se publica a autores esperantistas; como el húngaro Ferenc Szilágyi, a quien se ha editado recientemente la novela La liberación del juez (ed. Alpha), en esperanto y castellano.
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