Antonio, el trébol de cuatro hojas
Un veterano lotero de Getafe vende todas las series del 53.152 - CC OO reparte en 4.000 participaciones más de la mitad de los billetes
Antonio Platero no daba crédito a lo que le estaba pasando. Es lotero desde hace 23 años y por primera vez vivió ayer la alegría de un sorteo extraordinario de Navidad. Y por partida doble. En menos de dos horas, la administración que regenta, la número 10 de Getafe (156.000 habitantes, al sur de Madrid), repartió 205 millones de euros. Correspondían al segundo premio y a un quinto. Antonio no paró de recibir felicitaciones, de brindar con sidra y de recibir a agraciados.
La administración, llamada El Trébol, se quedó pequeña. Decenas y decenas de personas se acercaron desde primera hora de la mañana a felicitar al lotero del barrio de San Isidro. Antonio ya estaba eufórico a las diez. A las 9.42, los niños de San Ildefonso cantaban el 51.972, un premio de casi 10 millones de euros. "Está repartidísimo. Lo han vendido una cafetería al lado de Coliseo Alfonso Pérez, parte en el hospital de Getafe y mucho por ventanilla", reconoció el lotero. Ya entonces estaba contentísimo: "No llevo de ese número, pero da lo mismo. Me conformo con contribuir a la alegría de la gente. Verla tan contenta es emocionante. Hay que vivirlo para saber lo que es esto".
La administración también repartió entero uno de los quintos
"Fíjate si es bonito el número que le daría un morreo", decía una peluquera
Lo mejor estaba aún por llegar. Dos horas después, a las 11.41, este lotero volvió a ser noticia. Los niños que acababan de cantar el primer premio sacaban la bola del segundo. En este caso, el 53.152 repartía todas las series por la región madrileña. "Es impresionante. Ayer [por el lunes] se lo dije a mi hijo. Este sorteo nos va a dejar dos premios. Tenía esa corazonada", explicaba la esposa del lotero, Conchi Jiménez. Ella no se esperaba es que fueran el segundo premio y un quinto premio.
Fue vendido en una cafetería del polígono industrial de La Cantueña, en el cercano municipio de Fuenlabrada. También en una marisquería de Getafe, en empresas del barrio de Canillas en la capital y por ventanilla, además a abonados. Sin embargo, el grueso del 53.152 se lo llevó la Federación de Agroalimentación de CC OO en Madrid, que distribuyó 110 millones de euros en 4.000 participaciones de 5,4 euros.
La alegría se trasladó ayer a la sede central del sindicato, en la madrileña calle de Lope de Vega. "Siempre, desde hace años, compramos en esa administración de Getafe. El que se encargaba de ello vivía allí y luego hemos seguido, por tradición", explicó la responsable de Organización de la federación de Comisiones Obreras. Cada papeleta suponía 27.000 euros para los poseedores. "No cabemos en nosotros mismos. Hemos repartido muchos millones entre todos nuestros afiliados y éstos a su vez entre más gente, porque eran participaciones muy baratas", añadió Hernández.
Ella se encontraba entre las afortunadas. Compró dos participaciones, lo que le reportó 54.000 euros. "No sé en qué me lo voy a gastar, pero tengo una bonita hipoteca", concluía la responsable de Organización. Los agraciados eran fábricas de alimentación, bebidas y tabacos. Entre ellas se encontraban grandes fábricas como Mahou, Bimbo, Panrico y Campofrío, además de otras más pequeñas. Fue el caso de la empresa Deam Global, de producción de bebidas alcohólicas de la calle de Arturo Soria, en la capital. Sus trabajadores se hicieron con unos cuatro millones de euros.
Mientras, el deambular de ganadores era continuo en la calle de Doña Romera, en el barrio de San Isidro. Algunos afortunados fueron provistos de sus décimos y felicitaron al lotero. Fue el caso de Caridad Bustos, que compró el décimo por ventanilla. "Lo vi y me gustó", resumió la mujer, acompañada por su marido y dos de sus tres hijos. No paraba de abrazarlos. "Esto es impresionante", añadía.
La emoción era aún mayor a unos 300 metros de la administración. La peluquería Mary y la empresa de transportes Tourline Express se repartieron varios décimos del 53.152. "Aquí todo el mundo lleva como mínimo un décimo. Ahora que me han tocado 100.000 euros no sé en qué me los voy a gastar. Soy joven y tengo todo el tiempo del mundo para gastarlo", explicó Fernando Sánchez, un empleado de 21 años, hijo de los dueños de la empresa. "A mis padres también les ha tocado. Creo que llevaban dos o tres décimos", añadió. Las que no paraban de gritar y de saltar eran sus compañeras Beatriz y Lucía. "Fíjate si es bonito el número, que le daría un morreo al papelito", le decía en broma una a otra.
En el local de al lado, las cuatro trabajadoras de la peluquería convirtieron el local en un puro alboroto. Las mujeres, que se repartieron 300.000 euros, no paraban de abrir botellas de sidra. "Con este pellizco, me quito la hipoteca", explicaba Mary mientras terminaba de peinar a una clienta. "Estoy loca de contenta. No sé lo que haré, pero desde luego pasarlo muy bien", añadió su compañera Gemma.
Los ganadores del quinto premio también se acercaron a la administración número 10. Fue el caso de la colombiana Claudia, que regenta un bar cerca del estadio de Getafe. Le tocaron 50.000 euros. Y además envió un décimo a su madre en Cali (Colombia). "El premio supone 15 millones de pesos. Con ese dinero, se comprará allí un pisazo", explicaba Claudia. "¡Esto es muy fuerte! Antes no me hacían caso en el banco y ahora me dan tarjetas de todos los habidos y por haber", se reía esta mujer, con una cerveza en la mano. Y es que toda la zona estuvo repleta de representantes de bancos. Tentaron incluso al lotero protagonista de la jornada, Antonio Platero. Pero éste no llevaba ninguno de los dos números premiados. "Mi mayor alegría es, desde luego, el ver felices a mis clientes", resumía Platero. El Trébol sí repartió millones en esta ocasión.
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