PP y PSOE de Alicante, contra la subida de la tarifa del agua

Cada mes las familias alicantinas pagarán unos 50 céntimos de euro más en su recibo del agua. El incremento de la tarifa hídrica, previsto para el próximo año en la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, que abastece a 141 municipios del sur de Alicante y Murcia, fue rechazado ayer por la mayoría de alcaldes reunidos en Cartagena.

La votación, informativa pero no vinculante, arrojó el resultado de 47 ayuntamientos en contra (todos los del PP de la provincia de Alicante y algunos gobernados por el PSOE, como Benferri, San Isidro o Bigastro), 15 a favor, correspondientes a los pocos alcaldes murcianos socialistas, y se abstuvo la alcaldesa socialista de Guardamar del Segura. Los Ayuntamientos de Elche y Pilar de la Horadada no acudieron a la reunión.

El PP desplegó toda su artillería contra las desaladoras que ha puesto en marcha el Gobierno de Zapatero. "El incremento se debe al coste energético del agua desalada", dijo la alcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente. El primer teniente de alcalde de Crevillent, Manuel Moya, resucitó el proyecto del trasvase del Ebro y achacó este "incremento descomunal" al impacto de la utilización del agua desalada. "Son consecuencias de decisiones equivocadas que se tomaron en el pasado y sufrimos ahora en plena crisis económica". Algunos alcaldes del PP, según confirmaron determinados asistentes, llegaron a plantear la compra de agua de Madrid antes que usar la de las desaladoras de la costa. La alcaldesa de Orihuela tildó de "insulto" estas tarifas, que han aumentado un 116% desde 2004, cuando "nos podemos abastecer en la Península con los trasvases".

El vicepresidente de la Mancomunidad, Manuel Aldeguer, respondió a las críticas recordando a los alcaldes del PP que el agua del hipotético trasvase del Ebro sería "carísima", más de un euro por metro cúbico, cuando el agua del actual trasvase Tajo-Segura se paga a 21 céntimos de euro. Aldeguer aclaró que el incremento previsto que los ayuntamientos aplicarán el próximo año obedece, en primer término, al aumento de la tarifa del propio trasvase del Tajo, congelada durante los últimos años debido a la situación de sequía. Ese agua subirá de 12 a 21 céntimos de euro. "Y sólo una pequeña parte del aumento es por el esfuerzo inversor puesto en marcha por el Gobierno con las desaladoras, que garantizan el abastecimiento para los próximos 20 años".