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El desvío de negocios hacia Fonorte quebró la confianza en Iurbentia

García Macua y Prieto conocieron la mayoría de las operaciones de Fernández

"Esto no ha hecho más que empezar". Fuentes relacionadas con la actividad empresarial realizada hasta ahora por compañías relacionadas con Jabyer Fernández auguran este escenario a corto y medio plazo, tras conocer el alcance de las informaciones que sobre su gestión interna viene publicando EL PAÍS desde el pasado domingo. Además, sostienen que, a medida que evolucionen los diferentes procedimientos judiciales ya en curso, es "muy previsible" que se declare una "guerra abierta" entre varios de los grupos de socios que se han ido desgajando del entorno de Fernández por sus diferencias sobre la controvertida gestión interna.

Iurbentia Promociones Inmobiliarias, empresa de referencia del grupo Afer, aglutinó en su constitución a los pesos pesados que inicialmente fueron relacionados a nivel público con Jabyer Fernández, en su etapa de mayor prestigio económico y social. Así, bajo su presidencia, en el consejo figuraban empresarios de larga trayectoria, como Enrique Curro Guzmán, Miguel Michelo Aguirre o José Manuel Rodríguez Emaldi, entre otros, a los que se unían dos personas de la máxima confianza para Fernández: Fernando García Macua, en calidad de responsable de toda el área jurídica, y Emilio Prieto, en el cargo de consejero-delegado.

La mitad de una ampliación de 36 millones no está aún escriturada

La llegada de la crisis a la construcción, la pérdida de algunos contratos y el consiguiente quebranto financiero coincidió, a mediados de 2008, con la detección por un grupo de consejeros de una serie de supuestas irregularidades en la gestión de Iurbentia que nunca llegaron a ser denunciadas por García Macua y Prieto, ambos en nómina de la compañía por razón de sus respectivos trabajos profesionales, además de disponer de un pequeño paquete accionarial. Según la información a la que ha tenido acceso este periódico, la adjudicación de varias obras fuera del País Vasco a Fonorte, una de las empresas que junto a Iurbentia crearon la matriz Iurbenor -a su nombre se hizo la venta de los terrenos de la gran operación urbanística Puerta de Bilbao, en Barakaldo-, llenó de suspicacias a varios consejeros de Iurbentia. Según han declarado, éstos se sentían perjudicados al entender que había "un quebranto económico de nuestra sociedad para conseguir adjudicaciones para otra empresa". En esos momentos, tanto Macua como Prieto mantenían sus respectivas responsabilidades en Iurbentia y disponían de total información sobre la marcha de Fonorte, siempre controlada por Fernández como administrador único.

A su vez, un amplio grupo de accionistas sin presencia en el consejo de Iurbentia pero con unas participaciones nunca inferiores a 120.000 euros a modo individual también elevaron su inquietud ante Emilio Prieto sobre la marcha de la compañía, tras conocer la compra de algunos terrenos y la incomparecencia de determinados accionistas en algunas ampliaciones de capital.

En este contexto de progresiva desconfianza interna se asistió, precisamente, a una significativa ampliación de capital que supuso un desembolso accionarial de 36 millones en Iurbentia, siempre considerada una de las joyas de la corona de Afer y con una gran proyección exterior, ya que incluso daba nombre al club vizcaíno de ACB. Se da la circunstancia de que la mitad de esta ampliación fue escriturada, pero los 18 millones restantes siguen sin pasar por el registro. Este incumplimiento fue advertido de hecho por algunos consejeros, pero no obtuvo respuesta de los responsables de la gestión de Iurbentia.

Al mismo tiempo, el sorprendente gesto de retirar determinados documentos a los miembros del consejo de administración de Iurbentia al término de algunas de sus sesiones alentó las dudas del sector crítico. El progresivo desánimo que provocaban las estrecheces financieras del grupo tampoco animaba a calmar los ánimos en Iurbentia. Esta situación ayuda a explicar el golpe de mano que se produjo el pasado mes de junio en esta compañía, donde la mayoría destronó a Jabyer Fernández, poseedor del 42% de las acciones, y le apartó de la dirección.

Sin embargo, entre algunos consejeros se mantienen las dudas sobre la gestión seguida en Iurbentia. Y es ahí donde dirigen su mirada hacia la supuesta responsabilidad de Garcia Macua y Prieto, ya que ambos, compañeros también en la directiva del Athletic, han compartido responsabilidades con Fernández hasta que éste decide no ingresar en la Hacienda de Vizcaya los 43 millones de IVA derivados de la venta de los terrenos de Puerta de Bilbao.

No obstante, el hoy presidente del Athletic y su compañero de junta son dos de los firmantes de la denuncia contra Jabyer Fernández por supuestos delitos societarios. No obstante, dentro en este grupo de críticos con el dueño de Afer no existe una posición homogénea sobre cómo se ha acometido la gestión, principalmente en Iurbentia. Por ejemplo, la compra de algunos terrenos en Ciudad Real, Zaragoza o León, realizados mucho antes de que se produjera la división interna en la compañía inmobiliaria, siembra de dudas su operatividad, así como algunas elevadas partidas de gastos.

Firmas esenciales

- Dentro del grupo Afer, la empresa de construcción Fonorte se presenta como aspirante a "a liderar el sector de la construcción en la ejecución de cimentaciones y estructuras de hormigón armado y mixtas, por medio de una gestión integral".

- Iurbentia, por su parte, resalta en su página web que surge por el impulso de un grupo de empresarios, industriales, constructores y promotores, unidos con el propósito de cambiar la manera de hacer promoción inmobiliaria.

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