El negocio sube a 10.800 millones de euros

Los mercados de valores continúan con su peculiar racha de altibajos de la que, como de la situación de la economía, apenas se pueden extraer conclusiones. El único denominador común que los analistas han encontrado en todo este tiempo es la gran velocidad de actuación y de rectificación de los inversores, que más parecen moverse por impulsos que por decisiones meditadas.

La Bolsa española vivió ayer una sesión confusa en la que el vencimiento de los contratos de opciones y futuros de este mes, el último del ejercicio, marcó la pauta en cuanto al volumen negociado, mientras que las cotizaciones seguían moviéndose al ritmo del resto de los mercados.

El Ibex 35 cedió ayer el 0,44% para cerrar en 11.645,00 puntos. La desconfianza de los inversores hacia el sector financiero y la pasividad del resto de los valores importantes llevaron a ese resultado casi plano que permite al principal índice del mercado español terminar la semana con un discreto avance del 0,25%.

El único indicador económico disponible en esta sesión, la confianza empresarial en Alemania para el mes de diciembre, resultó positivo, al tiempo que alcanzaba su máximo nivel desde agosto del año pasado, es decir, desde que comenzó lo peor de la crisis financiera. El discreto descenso de la Bolsa de Francfort, que tan sólo bajó un poco menos que las demás, fue la única reacción ante un dato que muestra una clara mejora de la confianza ante el próximo ejercicio, tanto en Alemania como en la eurozona.

La aparente calma con que los inversores se toman esta recta final del ejercicio es, para algunos observadores, la evidencia de que la mayoría ya ha cerrado sus cuentas y que sólo los picoteos del corto plazo van a mover los precios en estos días.

La contratación en el Mercado Continuo rozó los 10.800 millones de euros y se convierte en una de las más altas del año. Esta actividad estaba provocada por el vencimiento de los contratos de opciones y futuros, por lo que en esta ocasión el mercado de acciones fue un simple reflejo de lo que sucedía en el mercado de productos derivados. En el "mercado de bloques" se movieron casi 6.800 millones de euros en torno a Telefónica, Santander, BBVA e Iberdrola, mientras que en el "mercado abierto", en el que se fijan los precios, apenas se negociaron 3.000 millones de euros.