Caja Laboral estima que el País Vasco frenará su recesión económica en 2010

El presente es todavía oscuro, pero las previsiones son buenas. "Lo peor ha quedado atrás". Euskadi frenará su recesión en 2010 y se aproximará al crecimiento cero, según las previsiones que maneja la Caja Laboral. La comunidad autónoma se situará a medio camino entre la zona euro, que se moverá ya en números positivos, y España, que ralentizará su desaceleración. "La crisis financiera ha pasado y la económica sigue su curso de recuperación", aseguró ayer el director de la entidad, Elías Atutxa.

Las estimaciones de la Caja Laboral plantean que el Producto Interior Bruto del País Vasco caerá el próximo año un 0,08%, muy lejos del 3,51% que se calcula para finales del presente ejercicio. Una situación más optimista también que la que se prevé para el conjunto de España, cuyo PIB decrecerá en 2010 un 0,57%. La evolución será más pareja en cuanto a la tasa de desempleo, que se consolidará en ambos casos en los niveles actuales. La recuperación deberá aguardar hasta 2011.

El desempleo se estabilizará el año que viene y no decrecerá hasta 2011

El ajuste de la demanda y del sector inmobiliario, con sus repercusiones negativas sobre el mercado laboral, explican el retraso que sufrirá España en su recuperación con respecto a las potencias de Europa. El país tardará un trimestre en abandonar los registros negativos, cuando Francia y Alemania ya suman dos en positivo. La menor dependencia del ladrillo, en cambio, beneficiará a Euskadi sobre otras comunidades.

El director de estudios de la Caja Laboral, Joseba Madariaga, hizo especial hincapié en la situación del sector inmobiliario y advirtió que el reajuste necesario sólo se está dando por ahora "en términos de construcción", ya que apenas se inician una quinta parte de las viviendas que se edificaban años atrás. Aunque también decrece, el precio lo hace a un ritmo más lento, por lo que se espera que su descenso "se prolongue más en el tiempo".

No obstante, y pese al esperanzador contexto, se mantienen "ciertos riesgos" que amenazan la aceleración económica. A juicio de Madariaga, el efecto negativo de la crisis inmobiliaria podría verse incrementado con el anunciado "tensionamiento" de la política fiscal. "Seguramente no habrá más remedio que la subida de impuestos para compensar la caída de ingresos registrada, pero todo apunta a que tendrá una repercusión negativa en el consumo de los ciudadanos", avanzó. Por este motivo, la caja no prevé un aumento de los tipos de interés en el próximo año y, de producirse, ocurriría a finales de 2010.

La previsión macroeconómica no centró en exclusiva la comparecencia de Atutxa y Madariaga en Bilbao. El director de la Caja Laboral se refirió también a la situación de las entidades financieras y vaticinó un proceso de fusiones que se prolongará en 2010 y 2011 como "ajuste a la realidad". En esta línea, apuntó como claves para el próximo año la solvencia, la morosidad y los ingresos recurrentes, variables que "van a ajustar mucho unas cuentas de resultados que se presentan complicadas para el sector".

La capital vizcaína completó ayer su escenario económico con la visita del nuevo consejero delegado del BBVA, la primera que realizaba a una dirección territorial desde que accedió al cargo hace apenas tres meses. Ángel Cano abordó también la situación del sector financiero español e indicó que su reforma "debe respetar el marco de la competencia". "El sistema debería tener como prioridades el fortalecimiento y la reconversión de la industria, que deberá afrontar un reajuste a corto plazo", consideró.

Durante su participación en un coloquio celebrado en el Club Financiero, el número dos del banco argumentó que un sistema financiero fuerte y solvente asegurará la "canalización de la financiación exterior" y facilitará el "desapalancamiento" de los sectores "excesivamente endeudados y con más riesgo". Cano enumeró como retos de la economía española "la mejora de la competencia, la reforma educacional, la reestructuración del mercado laboral y la inversión en I+D".