La oposición pide al PP que evite el rodillo y corrija los Presupuestos

Dependiendo de quién lo mire, las cuentas de 2010 son una muestra de "arquitectura económico-administrativa", o "abandonan a los gallegos a su suerte". El debate previo a la votación de los Presupuestos de 2010 fue un calco de lo que durante semanas se ha escuchado en las comisiones parlamentarias. La oposición arremetió contra lo que considera como un proyecto con "ausencia total de estrategias", ante la dura situación económica. El PP se esforzó por transmitir que, con el dinero público, se puede "hacer más con menos". Utilizó el mantra de la eficiencia como escudo frente insistente argumento de la oposición de que los gastos "bajan por primera vez en la historia". Esa fue la frase más repetida, especialmente en el debate sobre educación, sanidad y justicia.

El PP los califica de "austeros" y confía en que aumentarán la eficiencia

Fernando Blanco acusó al presidente de mentir con la paga de 200 euros

"Insolventes, ficticios, irresponsables, que dan la espalda a las familias". Fueron algunos de los calificativos utilizados por los portavoces del PSdeG y BNG, que pidieron al PP que no aplique el rodillo de su mayoría parlamentaria para sortear las enmiendas. Para el articulado, el BNG mantiene 12 propuestas de modificación frente a 33 de los socialistas, mientras que para el estado de gasto, el grupo parlamentario nacionalista defenderá hasta hoy 600 enmiendas por 752 del PSdeG. El debate final de las cuentas, que ascienden a 11.686 millones de euros (caen 0,9% respecto a las de este año), se alargará hasta las votaciones, previstas para el mediodía de hoy.

María José Caride (PSdeG) fue la primera en atacar los "subterfugios" del Gobierno para esconder la caída del gasto social y presentar como subida lo que en términos absolutos baja. El primer choque vino a cuento de la paga de 200 euros como complemento de las pensiones no contributivas, que se añadirá ahora por no estar contemplada en el documento inicial. Fernando Blanco (BNG) acusó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de haber "mentido al Parlamento" cuando afirmó que el dinero sí había sido reservado. Para el portavoz económico del Partido Popular, Pedro Puy, más que una mentira se trató de una "inexactitud", del titular del Gobierno autónomo.

Uno de los escasos acuerdos vendría poco después. El PP y el BNG coincidieron en su visión sobre la Sociedade Pública de Investimentos (SPI), que nació en la época de Fraga como un instrumento para financiar inversiones incurriendo en un endeudamiento que los Presupuestos no se podían permitir. "Es el momento de reflexionar sobre su papel", dijo Blanco, que acto seguido sugirió eliminar el organismo ahora que su deuda se suma a la de la Xunta. El PP comparte que hay que "revisar" su futuro.

Las bazas de los populares a lo largo de las ocho horas del debate volvieron a estar en los recortes en publicidad, propaganda y la contención de las partidas de gasto corriente en unos presupuestos "austeros y no inflados". Eso no evitó fuertes críticas al mantenimiento del plus de altos cargos, aprobado durante el Gobierno bipartito, y por el significativo aumento de las retribuciones de los empleados de empresas públicas. En la propia SPI crecen un 18% sin que haya aumentado la plantilla. Lo mismo ocurrirá en la Fundación Galicia Europa y en la Axencia Galega de Emerxencias.

La consellería estrella, en presupuesto y en críticas, fue la de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras. El hecho de que muchas partidas se consignen de forma genérica -como "parcheado de baches en carreteras", sin más especificaciones-, "esconden la discrecionalidad", en opinión los socialistas. Otro ataque, del que el PP se defendió con vagos ejemplos, estuvo en la minoración del presupuesto de medio ambiente en un 17%. "Ahora que en Copenhague ataca el cambio climático, ustedes aquí se han quitado la careta", aseguró María José Caride.