El alcalde de San Fernando se lava las manos sobre el control de la caja

El alcalde de San Fernando (Cádiz), Manuel María de Bernardo, del Partido Andalucista, se esforzó ayer en que los fotógrafos captaran sus dos manos levantadas. De Bernanrdo compareció públicamente 13 días después de levantarse el secreto de sumario sobre la desaparición de 7,8 millones de euros de la caja municipal. En los últimos días se le habían exigido responsabilidades porque en esa investigación judicial y pericial, además del robo material del dinero, se detectó un absoluto descontrol del dinero público debido a la dejadez del área de Tesorería. De Bernardo levantó ayer las manos para decir que las tenía limpias y que, por tanto, no existe ningún motivo para que él tenga que tomar ninguna medida. Ni dimitirá él ni nadie en el equipo de gobierno.

El alcalde se aferró a los gestos premeditados y a un discurso escrito, del que no se salió ni para contestar las preguntas de los periodistas. "Una cosa es que se haya levantado el secreto de sumario y otra que el sumario sea público. Seré parco en todas las respuestas porque la investigación y la instrucción siguen abiertas", se justificó. De esta forma, el alcalde se ahorró tener que responder ayer a cuestiones directas sobre los informes policial y pericial que detectaron que el robo sufrido en la caja, y por el que ha sido encarcelado el funcionario Clemente Ruiz, pudo ser cometido por la falta de control y el exceso de confianza del personal de la delegación de Economía y Hacienda, sobre todo, del interventor y la tesorera. "Son dos trabajadores que se han dejado la piel en su trabajo pero ahora mismo no me toca entrar en otra valoración", se limitó a decir sobre estos empleados públicos.

Defensa del honor

El alcalde, que acudió a su cita con los medios de comunicación acompañado por su delegada de Hacienda, la también andalucista Mercedes Espejo, centró su intervención en defender su honor. A su entender, el sumario deja claro que ningún político está involucrado en la desaparición del dinero y que, por tanto, no existió ninguna trama interna para favorecer el robo "más allá de la posible acción delictiva de los dos imputados", Clemente Ruiz y su compañera María José Lebrero. "Soy inocente. Ningún miembro del gobierno municipal ha tenido que ver con el robo, nadie se ha llevado un euro, nadie del PA ha sido indigno de la confianza de los ciudadanos. Tenemos las manos limpias", proclamó mientras sostenía los brazos en alto.

En todo su discurso leído no hizo ni una sola mención al descontrol detectado en la caja, aunque a preguntas de la prensa, terminó reconociendo que algo había fallado. "Evidentemente, no ha funcionado bien cuando se han robado ocho millones de euros", admitió. Aunque, a renglón seguido, descartó que de ese mal funcionamiento se vayan a derivar responsabilidades políticas.

"Nosotros cumplimos nuestra función. Teníamos durante todos estos años todos los instrumentos y dábamos cuenta a todas las administraciones: la Cámara de Cuentas de Andalucía, la Secretaría de Estado de Presupuestos, y el Pleno. Toda la tramitación ha estado cubierta".