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Crónica:Internacional
Crónica
Texto informativo con interpretación

Una bronca de Wenger inspira al Arsenal

Los 'gunners' reaccionan tras el descanso y ganan en Anfield a un Liverpool muy plano

El elegante y persuasivo Arsène Wenger (Estrasburgo, 1949) se convirtió de repente en una bestia que gritaba a sus jugadores en el vestuario visitante de Anfield. "¡No merecéis vestir esta camiseta!", les espetó el técnico francés a sus chicos en el descanso, cuando iban perdiendo 1-0 frente el Liverpool de Rafa Benítez (Kuyt aprovechó un error de Almunia en el despeje para adelantar a los reds).

Lo contó después el capitán de los gunners, el español Cesc Fàbregas, ante el pasmo de los periodistas, encantados de conocer las interioridades del vestuario. "El mister gritó. Nunca lo había visto así. Estaba realmente decepcionado en la primera parte y dijo que no merecíamos llevar la camiseta del Arsenal si jugábamos así. Creo que tenía razón porque en la segunda parte le dimos la vuelta", razonó Fàbregas. "No me gusta hablar de eso", replicó después el propio Wenger. "Lo guardo en el vestuario. Sólo quise hacerles ver que el compromiso del Liverpool era mayor".

LIVERPOOL 1 - ARSENAL 2

Liverpool: Reina; Johnson (Degen, m. 82), Agger, Carragher, Fabio aurelio; Gerrard, Benayoun (N'Gog, m. 79), Mascherano (Aquilani, m. 66), Leiva; Torres, y Kuyt.

Arsenal: Almunia; Sagna, Vermaelen, Gallas, Traore (Silvestre, m. 87); Cesc, Nasri, Walcott (Diaby, m. 70), Denilson; Song y Arshavin (Ramsey, m. 90).

Goles: 1-0. M. 41. Kuyt resuelve un barullo en el área metiendo el punterazo derecho. 1-1. M. 50 Johnson en propia meta. 1-2. M. 58. Arshavin recibe un centro de Cesc desde la derecha, controla, supera al defensa y dispara a la escuadra de Reina.

Árbitro: Howard Webb. Amonestó a Denilson, Arshavin, Cesc, Leiva, Mascherano y Fabio Aurelio.

Xabi Alonso, en la grada, observó los estragos que ha causado su marcha
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A falta de fútbol, compromiso. Noqueado hace un par de semanas por el Chelsea en Stamford Bridge, el Arsenal ha perdido la fluidez de la primera fase del campeonato, aunque ayer recuperara la fe tras la bronca de Wenger en el vestuario y el regalo de Johnson en el campo. El lateral derecho del Liverpool embocó en su propia portería un banal centro desde la derecha de Nasry (m. 49).

El tanto del empate le dio vidilla a los gunners y, especialmente, a su melancólico delantero ruso, autor de un gol superlativo (m. 58). Arshavin controló en la frontal del área un centro desde la izquierda de Cesc. E improvisó con tanta rapidez y precisión un disparo a media altura que el meta español Reina sólo lo vio cuando estaba dentro. Como la mayoría de los aficionados del Liverpool, que entendieron que aquello era el final. Su equipo ya no tiene esa capacidad de levantarse mil veces que tuvo el año pasado. No hubo reacción.

La temporada está siendo un via crucis para el Liverpool. La buena imagen del Madrid el sábado en Mestalla le permitió a Xabi Alonso viajar a Anfield a visitar a viejos amigos. Y observar en directo los estragos que su marcha ha causado entre sus ex compañeros. Sin el patrón de juego que supuso en las últimas campañas el mediocentro donostiarra, el Liverpool no sabe adónde va. Suma seis derrotas en 16 jornadas. Y ni Mascherano ni Lucas Leiva cubren el vacío de Alonso. Tampoco quien trajeron para sustituirlo, el italiano Aquillani, que entró en el último cuarto. Pero, claro, mientras le coge el punto al equipo y a la Premier, si es que lo coge, puede haber pasado lo más importante de la temporada. Ni siquiera Gerrard se parece a sí mismo en un equipo en el que volvió Fernando Torres, falto de ritmo tras un mes de baja por la lesión de aductores. "El gol en propia puerta lo cambió todo", indicó después Benítez, "la confianza cambió y comenzamos a cometer errores. El objetivo es el mismo: entrar entre los cuatro primeros". La nostalgia se apodera estos días de Anfield. Hace 50 años de la llegada de su entrenador más legendario, Bill Shankly. El alcalde la ciudad lo nombrará esta semana ciudadano honorario de Liverpool, 28 años después de su muerte.

El Arsenal, mientras, se reengancha a una Liga que creía perdida. Inopinadamente, el Chelsea se ha dejado cinco puntos en dos jornadas, desaprovechado en parte por el Manchester, que cayó el sábado en Old Trafford ante el Aston Villa. La jornada fue propicia para los gunners, a tres puntos del Manchester y a seis del Chelsea, que ya parece más humano.

Torres, cabizbajo tras un gol del Arsenal, durante el partido de ayer.
Torres, cabizbajo tras un gol del Arsenal, durante el partido de ayer.REUTERS

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