Las ayudas anticrisis del Gobierno llegan a 6.300 trabajadores autónomos

Cerca de 6.400 trabajadores autónomos recibirán ayudas del Gobierno vasco para la contratación de asalariados, el pago de las cuotas de la Seguridad Social y la formación. Estas ayudas extraordinarias, que contarán con 10,5 millones de euros para su ejecución dentro del plan +Euskadi09, fueron presentadas ayer por la consejera de Empleo, Gemma Zabaleta, que hizo hincapié en que son "el comienzo de una línea específica para autónomos". Las medidas planteadas completan las que el departamento ya ha presentado a favor del empleo dentro del plan anticrisis vasco.

A partir del próximo viernes, los autónomos podrán pedir una subvención para hacer frente a los pagos de la Seguridad Social, una ayuda de 1.125 euros -el 75% de la cotización mínima-. La cuantía destinada a esta medida asciende a 4,5 millones y, tal y como indicó Zabaleta, llegará a 4.000 trabajadores. Además, se impulsará la contratación de empleados por cuenta ajena con ayudas que cubrirán la totalidad de la cuota empresarial de los nuevos trabajadores si son contratados por un mínimo de seis meses. La ayuda cubrirá la cuota de 650 personas.

El plan tendrá una duración de un año, aunque podría ser ampliado

La mayor cuantía, cinco millones de euros, estará dirigida a más de 1.700 trabajadores que hayan cesado en su condición de autónomos. Éstos percibirán 480 euros mensuales durante seis meses para acudir a cursos de formación con una duración mínima de 250 horas presenciales. Los socios de las cooperativas y de las sociedades laborales no podrán acceder a ninguna de estas ayudas.

Con todo, estas medidas abarcarán al 3,43% de los 186.000 autónomos que existen hoy en Euskadi. Para evitar el fraude, los autónomos deberán acreditar, en el caso de la ayuda para las cuotas de la Seguridad Social, pérdidas en la facturación de al menos un 30% durante el primer semestre de este año, entre otras características. Mientras tanto, los requisitos para recibir la ayuda a la contratación exigirán que los trabajadores tengan un contrato de jornada completa, que estén en situación de desempleo con un mínimo de tres meses y que la persona contratante no haya despedido a ningún otro trabajador en el último año.

El plan tendrá una vigencia de un año. En principio, el paquete de ayudas no es ampliable, aunque desde el Gobierno vasco no cerraron las puertas a esta posibilidad y a dotarlo presupuestariamente en el próximo ejercicio. Zabaleta explicó que las ayudas no han sido concretadas en la mesa de diálogo social, al contrario que ocurrió con la medida de contratación de 7.000 parados a través de los ayuntamientos, pero sí han sido pactadas con el PP.

"Empleo de calidad"

Al hilo de estas ayudas, la consejera criticó las declaraciones vertidas por el secretario general del sindicato nacionalista ELA, Adolfo Muñoz, que arremetió el miércoles en contra de las cuantías asignadas a estas medidas y a la renta de garantía de ingresos. La consejera opinó que "son actitudes que tratan de destruir" y que "plantear que el empleo de calidad en seis meses es peor que el desempleo es un despropósito". Además, añadió que las palabras de Muñoz "generan incertidumbre y desconfianza".

En torno al debate de la financiación de los servicios sociales. que se intensificó la semana pasada con los toques de atención de los diputados generales, la consejera repitió ayer, en una entrevista en Radio Euskadi, que el Gobierno vasco priorizará la "austeridad y la eficiencia", antes de subir los impuestos, para abordar la creciente demanda de estas ayudas.

Zabaleta se sumó a las voces que han apelado a la conveniencia de abrir una reflexión sobre su sostenibilidad, aunque lo amplió al resto del sistema, ya que "la política social es una inversión, no un gasto". Al igual que otros miembros de su equipo, la consejera comparó las partidas para los servicios sociales con las de educación y sanidad.