Goldman dejará de pagar primas en efectivo
Goldman Sachs sigue adelante con su campaña de limpieza de imagen. El coloso financiero, envuelto en una marea de críticas por su política de retribuciones, anunció ayer que este año sus 30 principales ejecutivos no recibirán bonos en efectivo. En su lugar, serán premiados con acciones que sólo podrán vender pasados cinco años. Y se da voz a los accionistas para que voten, aunque sea con carácter sólo consultivo, las retribuciones.
Es la respuesta del banco de inversión al clamor social, pero sobre todo cede a la presión de grandes inversores que pedían cambios en la política de retribuciones seguida hasta ahora. Los gestores recibirán los controvertidos bonos, pero en acciones. De esta manera, se quiere vincular la prima al rendimiento de la firma.
Goldman Sachs exigirá la devolución del incentivo a un empleado si ve que asume riesgos indebidos o no es capaz de alertar sobre los mismos. El propósito, explica, es "asegurar que los empleados son responsables por el impacto futuro de sus decisiones, reforzar la importancia del control del riesgo y dejar claro que no se premia la asunción de riesgo excesivo".
Goldman Sachs tiene puestos 17.000 millones de dólares en reserva para premiar a sus empleados. La entidad se benefició de 10.000 millones de dólares en dinero público en el punto álgido de la crisis financiera, que restituyó en verano.
Precisamente Citigroup negocia contrarreloj las condiciones para devolver cuanto antes los 45.000 millones de dólares que recibió del contribuyente para liberarse del control del Gobierno de EE UU y así preservar su competitividad. Ese paso ya lo han dado sus grandes rivales JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley y, esta misma semana, Bank of America.
Para pagar el préstamo, Citi quiere vender hasta 20.000 millones en acciones. Pero antes debe contar con el acuerdo del Tesoro, la Reserva Federal y el Fondo de Garantía de Depósitos. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, dijo ayer que quieren asegurarse de que la entidad dispone del colchón de capital suficiente para afrontar un revés económico.
El 34% de Citi está controlado por Washington. La maniobra de Bank of America le obligó a mover ficha, para no quedar rezagada. También está pendiente de devolver las ayudas Wells Fargo. Hasta la fecha, los receptores del programa de rescate han restituido 116.000 millones de dólares sobre 364.000 millones movilizados. El mecanismo seguirá en activo hasta octubre de 2010.
