Condenado un sacerdote por estafar a otro 44.000 euros

Luis M. J., un sacerdote de 73 años, se libró ayer de la cárcel, pero sobre su conciencia llevará la losa de haber sido condenado a dos años de prisión por haber estafado a otro compañero 44.000 euros. Un acuerdo entre las partes evitó la celebración del juicio en la Audiencia de Jaén.

La Fiscalía, que pedía inicialmente seis años de cárcel para el sacerdote, rebajó la pena al retirar la calificación de delito continuado de estafa. El cura, no obstante, tendrá que devolver a la víctima lo sustraído y pagar además una multa de 360 euros.

La misma condena que el sacerdote recibió por su implicación en los hechos Juan Vicente E. C., un hombre con el que el cura tenía amistad desde hacía años, pues lo conocía desde que pedía limosna en la puerta de su iglesia. En un principio, se investigó si este hombre habría chantajeado al sacerdote y le pedía dinero para guardar silencio.

Obras de caridad

En junio de 2008 la Policía informó de la detención del sacerdote, titular de una conocida parroquia de la capital jiennense, por estafar a otro cura -mayor que él y que había sufrido varios ictus- al que pedía importantes cantidades de dinero para hacer "obras de caridad" con la promesa de devolvérselo cuando concluyera su labor piadosa. Sin embargo, jamás restituyó ni un solo euro.

Una hermana del sacerdote estafado fue la que denunció los hechos tras las sospechas que tuvo cuando el cura acudió al hospital donde estaba ingresado su hermano para que le firmara una autorización para hacer efectivos unos papeles.

Ella le preguntó para qué eran esos documentos y al no obtener una respuesta del cura pudo comprobar que había sacado de la cartilla de su hermano 44.000 euros entre agosto de 2007 y junio de 2008.

Según las acusaciones, pedía a la víctima que firmara los documentos de reintegro por cantidades que oscilaban entre los 1.500 y los 2.000 euros.

Aunque la fiscalía pedía para el sacerdote y la otra persona seis años de cárcel por un delito continuado de estafa, ayer retiró esta calificación al entender que podía suponer una doble agravación por un mismo hecho. Los condenados no ingresarán en prisión al carecer de antecedentes.