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Reportaje:

Multa por dar mala imagen en Fuenlabrada

El club de baloncesto echa al técnico y castiga a la plantilla tras caer por 42 puntos

Robert Álvarez

"Si hace falta, jugamos con el equipo de la LEB Plata". Ésa fue la contundente sentencia con la que José Quintana expresó su indignación, el lunes pasado, a la plantilla del club que preside, el Fuenlabrada.

Ese mismo conjunto, sólo un mes y medio antes, era la envidia del baloncesto español. Tras las cuatro primeras jornadas de la Liga ACB y pese a contar con el segundo presupuesto más bajo de la élite, era el inesperado líder. Desde entonces, desplome vertiginoso: siete partidos, siete derrotas.

La última, la que definitivamente incendió Fuenlabrada, resultó ignominiosa, según entienden los directivos del club madrileño. La paliza del DKV Joventut se tradujo en 42 puntos de diferencia (61-103), la segunda victoria más amplia obtenida a domicilio por el cuadro badalonés en 26 años.

La destitución de Luis Guil, el entrenador del Fuenlabrada, estaba cantada. Pero Quintana fue mucho más allá. Comunicó a los jugadores la apertura de un expediente sancionador, lo que, en otras palabras y según fuentes del club, equivale a una multa.

El argumento para aplicar una sanción de tipo económico, según los directivos, se basa en el reglamento de orden interno. "Si descendemos, descendemos. Pero lo que no podemos aceptar es la mala imagen y el bajo rendimiento que habéis ofrecido", dijo Quintana a los jugadores.

"Vergüenza"

En la página web del club no se escatimaron críticas a un partido que se calificó de "horroroso": "¿Cómo contarlo? Lo cierto es que apenas duró 15 minutos. A partir de entonces, el Ayuda en Acción Fuenlabrada se derrengó y los verdinegros jugaron sin apenas oposición". En la rueda de prensa posterior al encuentro, el propio técnico, Guil, dijo haber sentido "vergüenza".

Ferran Laviña, el capitán del Fuenlabrada, hace hincapié en que tanto sus compañeros como él, con el nuevo entrenador, Chus Mateo, al frente, centran todos sus esfuerzos "en trabajar al máximo para salir de la situación".

"Aceptamos las críticas y estamos a la espera de que nos comuniquen de manera oficial las decisiones que haya adoptado el club, aunque en nuestros contratos en ningún momento se habla de rendimiento en la pista como motivo para poder ser sancionados económicamente", concluyó Laviña.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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