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Reportaje:Agenda

Loquillo, 30 años de rock español

Almería en Corto presenta un nuevo montaje de un documental sobre el rockero

El mundo más allá del Clot que Loquillo (Barcelona, 1960) atisbaba para sí cuando, en los años setenta, divisaba el constante ir y venir de trenes de su barrio natal se concreta en Loquillo, leyenda urbana redux. Se trata de un documental que repasa la trayectoria y personalidad de este icono del rock cuyo tesón y capacidad para reinventarse le han mantenido 30 años en lo más alto.

"Está hecho con el corazón, con pasión e intentando no ocultar absolutamente nada", aseguró Loquillo durante el estreno ayer en el festival Almería en Corto de una nueva versión de la película que "repasa la historia del rock español durante 30 años con todos sus protagonistas".

Frente a la voluntad puramente narrativa del primer montaje, la pieza de 120 minutos que el director Carles Prats acaba de firmar con motivo del lanzamiento de Rock and roll star. 30 años / 1980-2010, último trabajo del catalán, no se limita a retratar la trayectoria profesional del artista, sino que invita al espectador a reflexionar sobre su vida y personalidad.

El artista confía en la película salde las cuentas entre el cine y la música

Estos aspectos no son baladíes cuando se habla de Loquillo puesto que, explica Prats, "su actitud y tenacidad han permitido que sea de los pocos en mantenerse y en contar con un público extremadamente fiel" 30 años después.

Al material del que se nutrió la primera versión del documental, que ofrecía retazos de la carrera de Loquillo contados en primera persona e hilvanados con testimonios de los personajes clave de su vida y de la historia reciente de la música española, se han sumado secuencias inicialmente desechadas que, junto a otras de nueva creación, permiten trazar un perfil exacto del personaje.

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"Estaba claro que alguien tenía que descubrirle y hacerle cantar", sentencia Andrés Calamaro en la película sobre Loquillo, que parte de su infancia, cuando sus padres, amigos del vocalista de Sírex, le proporcionaban los discos de esta banda de rock, para poner el punto y final en Balmoral, primer trabajo en solitario del catalán tras 25 años con Los Trogloditas. En él exhibe Loquillo a los dos personajes que le han acompañado durante décadas sobre los escenarios: el del incombustible rockero y el del cantante de poesía que se inventó en los noventa.

El documental, montado en dos bloques en los que el color se utiliza para abordar su carrera musical, mientras que el blanco y negro se reserva para ahondar en la personalidad de Loquillo, detalla con especial mimo el paso de los ochenta a los noventa, época en la que fragua su transición de referente del rock and roll al artista maduro que reflejan sus discos de poetas.

"Venir del rock y, de pronto, cantar a Gil de Biedma despistó mucho a sus seguidores", explica Carles Prats sobre un momento esencial en la carrera del barcelonés y, también, en la película que desvela facetas poco conocidas de un Loquillo que gusta de acumular objetos que nunca llegará a usar, como tablas de surf.

Esta crónica sobre la vida y obra de Loquillo que rinde en último término tributo al artista cuando se cumplen tres décadas de su debú con Los tiempos están cambiando, salda además cuentas pendientes entre el cine y la música española. "Creo que este trabajo va a ser el principio de una larga lista de documentales sobre artistas españoles, que era algo que estaba pendiente", afirmó el artista antes de reivindicarse con un "como siempre, me ha gustado ser el primero".

Loquillo, a la derecha, durante la presentación ayer del documental.
Loquillo, a la derecha, durante la presentación ayer del documental.F. B.

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