Medio Ambiente diseña una zona verde en las balsas de fosfoyesos
La Junta quiere plantar especies que hagan de sumidero del dióxido de carbonoMedio Ambiente ha participado ya en la regeneración de unas 200 hectáreas
La Consejería de Medio Ambiente quiere que las balsas de fosfoyesos, donde Fertiberia lleva décadas depositando sus residuos, se conviertan en un gran pulmón para Huelva. En junio se constituyó el comité de expertos encargado de estudiar la forma de regenerar las balsas. Y, según Medio Ambiente, ya existe un "avance de conclusiones". El plan propuesto pasa por convertir esta zona, situada a pocos metros de la capital onubense, en "un espacio verde".
Además, según la Administración autonómica, se intentará que esta área se transforme en un "sumidero de CO2" a través de la plantación de especies con una gran capacidad de captación de dióxido de carbono.
El siguiente paso que dará la Consejería de Medio Ambiente será trasladar el plan de regeneración al ministerio. Es la dirección general de Costas la que tiene las competencias sobre los terrenos en los que están las balsas y que son de dominio marítimo terrestre. La empresa Fertiberia será la que se tenga que hacer cargo del coste de la regeneración de las balsas. La compañía cerró ya dos plantas y ha reducido en un 50% los vertidos de fosfoyesos. La previsión es que el cese total llegue en el año 2012, aunque la Audiencia Nacional podría cambiar el calendario.La Consejería de Medio Ambiente sostiene que ya ha participado en la restauración de alrededor de 200 hectáreas de este paraje, en el que se han depositado durante años los fosfoyesos. En la zona, por ejemplo, ya se ha construido una depuradora para tratar las aguas empleadas en la factoría, según señalan fuentes de este departamento.
El plan elaborado ahora por el comité de expertos contempla la transformación de la zona en un gran pulmón. De hecho, la consejera Cinta Castillo ya anunció en marzo de este año que la intención de la Administración autonómica era que el área pudiera algún día ser catalogada como "zona forestal".
Además de la recuperación vegetal, el plan que la Junta trasladará al Ministerio de Medio Ambiente prevé que la zona se utilice para la generación de energías renovables. Medio Ambiente plantea que se puedan instalar huertos solares o generadores de energía eólica. Todo depende de la tecnología que ofrezca un mejor rendimiento en la zona.
La restauración de las balsas "puede comenzar en cualquier momento", señala la consejería andaluza: "En cuanto la Audiencia Nacional de una respuesta, podremos actuar".
La comisión de expertos que ha buscado el mejor plan de restauración de las balsas está formada por investigadores del Consejo de Seguridad Nuclear, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas y las universidades de Huelva y Sevilla. "La comisión trabaja ya con un histórico de lo que ya se ha hecho allí, no ha empezado de cero", señala el departamento de Cinta Castillo.
No es la primera vez que se emprende un plan de restauración en la zona. El Ayuntamiento de Huelva puso en marcha en 1997 un proyecto de recuperación de las balsas de las marismas de Mendaña a través de un convenio firmado con Fertiberia y la Empresa de Gestión Medioambiental, dependiente de la Junta de Andalucía. En la zona se instaló una cubierta vegetal con restos de podas.
La solución de las balsas de fosfoyesos es complicada. Parte de estos residuos los vende la empresa desde hace décadas como enmienda para tierras de cultivo, algo que han criticado los grupos ecologistas y, en este momento, está estudiando la justicia después de que un informe del Seprona alertara de que estos desechos contenían uranio. Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente cerró filas a finales de noviembre con la empresa y recordó que un informe del Consejo de Seguridad Nuclear respaldó en septiembre los programas de vigilancia radiológica de la zona.
La respuesta definitiva para los fosfoyesos llegará desde la Audiencia Nacional. El plan de cierre de la factoría está ahora en este tribunal. Fertiberia tenía desde los años sesenta una concesión para depositar los residuos del Ministerio de Medio Ambiente, que decidió en 1998 suspender esta autorización.
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