La policía reprime disturbios en Grecia

Tras una jornada, la del sábado, de arrestos preventivos posteriores a la quema de dos automóviles en el centro de Atenas, los choques entre jóvenes manifestantes y fuerzas de la policía antidisturbios fueron ayer la tónica general en las principales ciudades de Grecia, al término de las manifestaciones que conmemoraban la muerte de Alexis Grigoropulos, de 15 años, por disparos de un agente, el 6 de diciembre de 2008, en el barrio de Exarjia, en la capital griega. Aquel suceso dio lugar a una ola de violencia urbana sin precedentes en el país que se prolongó durante semanas.

Aunque sin la intensidad de hace un año, decenas de encapuchados -algunos llegados ex profeso de otros países de Europa, como las dos ciudadanas españolas o los cinco anarquistas italianos detenidos el sábado- volvieron a arrojar artefactos incendiarios de fabricación casera contra batallones de antidisturbios en múltiples incursiones de guerrilla urbana contestadas por la policía con el lanzamiento de gases lacrimógenos; 6.000 agentes de las fuerzas especiales fueron desplegados en todo el país para impedir disturbios. La policía ha practicado 400 detenciones.

Banderas rojinegras del movimiento anarquista eran visibles en el centro de Atenas al término de la principal manifestación (3.000 asistentes), que a mediodía de ayer discurrió por el centro de la capital. Como hace un año, los incidentes estallaron ante la Universidad de Atenas, que fue ocupada por un grupo de violentos. El rector resultó herido leve y fue hospitalizado por irregularidades del ritmo cardiaco. Los enfrentamientos se saldaron con dos manifestantes y 16 policías heridos.

Incidentes similares se produjeron en Salónica (al norte), la segunda ciudad del país, donde se manifestaron varios miles de estudiantes y la policía detuvo a un centenar de radicales.

Mientras, la familia del joven Grigoropulos celebró una ceremonia en su recuerdo en el cementerio de Palios Faliros que discurrió con normalidad. Al homenaje asistió la ministra de Educación, Ana Diamantopulu.