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Bono exige que se respete al Constitucional y Montilla replica que él lo hace

La sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña tuvo ayer un protagonismo notable en los corrillos del Congreso. Todas las miradas estaban puestas en María Emilia Casas, presidenta del Alto Tribunal, cuyos miembros son incapaces de ponerse de acuerdo tras tres años de deliberaciones.

Se le acercó Mariano Rajoy. Le mostró su móvil. ¿De qué hablaron? Pues del tiempo en Pontevedra, donde está diluviando. El líder del PP le enseñó su iPhone para que la presidenta pudiera ver las temperaturas previstas en esa provincia. También se le acercó José Montilla, pero tampoco hablaron del Estatuto. "Cuando se trabaja intensamente se obtienen frutos", fue lo único que Casas dijo a los periodistas, sin comprometerse con una fecha para la sentencia.

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El presidente del Congreso, José Bono, y Montilla protagonizaron un cruce dialéctico. El primero lanzó un discurso de reivindicación del espíritu de concordia de la Transición, pero sobre todo pidió "respeto al árbitro", en una clara referencia al Tribunal Constitucional.

La Constitución, dijo, no es "infinitamente flexible", sino que "tiene límites". "La Constitución, a semejanza de cualquier práctica deportiva, señala los límites del campo de juego. Un juego que, para ser limpio, exige respeto al árbitro y el sometimiento a las reglas", subrayó.

Reforma no prioritaria

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El presidente catalán, cuya presencia era en sí destacable, respondió después a los periodistas. "Yo también he pedido respeto por los árbitros", dijo para aclarar que, cuando reclama que se sustituya a los cuatro magistrados que han cumplido su mandato y al que ha fallecido, está pidiendo respeto. "Yo lo respeto, no como otros que bloquean su renovación", dijo en referencia al PP. Rajoy sostiene que si no se renueva el tribunal es porque Zapatero no quiere aceptar a los candidatos del PP, y ayer insistió en que La Moncloa ni siquiera le ha llamado para concertar una cita entre los dos líderes, anunciada por la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega hace dos semanas y que nadie concreta.

Una encuesta publicada ayer por EL PAÍS indica que el 84% de los consultados cree que ha llegado el momento de reformar la Constitución (aunque la mayoría pide sólo cambios mínimos), pero los líderes de los dos grandes partidos no están de acuerdo. El presidente del Gobierno consideró que no es "prioritaria" la reforma, y Rajoy sentenció que antes hay que buscar un amplio consenso y decir para qué se quiere reformar.

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