El aventajado hijo de Tony Blair

Su padre fue primer ministro y ahora se está haciendo de oro. Su madre era una brillante abogada de derechos humanos hasta que, como consorte del primer ministro, la prensa se cebó en sus inseguridades personales y su obsesión por su imagen física. Su hermano mayor tenía 16 años cuando la policía tuvo que recogerle completamente borracho en el centro de Londres apenas unos días después de que su papá, el primer ministro, asegurara que había que multar a los jóvenes que fueran borrachos por la calle. Nicky Blair parecía a salvo de todas esas controversias hasta que, hace unos días, su imagen de joven serio y de izquierdas empezó a emborronarse con sus aspiraciones de convertirse en agente de futbolistas.

Los intermediarios del fútbol no son el estamento más popular de Reino Unido. A los agentes de las grandes estrellas de la Premier League se les ve como sanguijuelas que provocan fichajes innecesarios por los que ganan millones sin sudar ni una gota en el terreno de juego. Es una profesión que rompe los esquemas que tenía el público sobre un joven bien parecido que parecía destinado a emular la carrera política de su padre. Nicky, de 23 años, el segundo de los cuatro hijos de Tony y Cherie Blair, no daba la impresión de sentirse tan tentado por el dinero: estudió Historia Moderna en Oxford y al dejar la Universidad empezó a trabajar como maestro en una escuela de las West Midlands, una tarea nunca fácil. Su determinación de sumarse a una huelga de maestros en protesta por la política escolar del Partido Laborista hizo pensar que estaba incluso a la izquierda de su madre, que a menudo se tomaba la libertad de decir lo que pensaba a pesar de que sus posiciones liberales contrastaban con el conservadurismo político de Blair.

Aunque algunos piensan que le va a ser difícil entrar en un mercado particularmente opaco y competitivo, el agente Mark Steele, de Agent Energetics, ha declarado a The Independent que Nicky tiene la ventaja de sus orígenes familiares y que su apellido "puede abrirle puertas".

El joven Blair se ha embarcado en esta aventura con su compañero de piso y amigo de la Universidad Gabriel Moraes, de 22 años. Los dos ya eran socios: juntos han puesto en marcha una compañía de juegos en Internet, Magnitud Gaming, en cuya dirección también figura Cherie Blair y que representa a equipos semiprofesionales.