"La coalición en el gobierno local de A Coruña funciona como la seda"
Lleva décadas en cargos públicos y orgánicos y ahora, además de presidente de la Diputación de A Coruña, es jefe de filas del PSdeG en la provincia. "Tengo tiempo y ánimo", asegura Salvador Fernández Moreda (Foz, 1953). El también vicepresidente primero de Caixa Galicia aboga desde hace más de un año por la fusión con Caixanova.
Pregunta. ¿Ve posible un acuerdo dada la oposición de Caixanova?
Respuesta. Sinceramente, no lo sé. Hay un consenso en la sociedad, en el Parlamento, con los empresarios y los sindicatos para buscar una solución que garantice la galleguidad y la solvencia de las cajas. Ojalá encuentren una fórmula.
P. La Xunta plantea dar mayor representación política en los órganos de decisiones de las cajas. ¿Está a favor?
"La coalición en el Ayuntamiento de A Coruña funciona como la seda"
"La Xunta podría condicionar los gastos de la obra social de las cajas"
"Hay que repensar los pactos con el BNG, el mayoritario debe mandar"
"El localismo no es bueno, pero aquí lo que no hay es una Galicia global"
"Desde que se votó, en el PSdeG de A Coruña ha dejado de haber división"
R. Me parece razonable, siempre que no se politicen las cajas y que se mantenga una dirección profesionalizadas. Son entidades financieras.
P. La Confederación de Cajas y el FMI reclaman la despolitización de las cajas. ¿Aumentar la representación institucional no va en la línea contraria, al estilo de Caja Madrid?
R. Lo que hubo fue un conflicto de un partido político, no un problema en Caja Madrid. Por lo que escuché del presidente de la Xunta, la intención no es esa.
P. ¿Debería la Xunta influir más en cómo se gasta la obra social de las cajas?
R. Sí, podría modificar la ley para, de alguna forma, condicionar las inversiones y los gastos de las obras sociales.
P. En el PSdeG hay divergencias entre alcaldes al respecto. ¿Lo han abordado internamente?
R. Las cajas no son de A Coruña ni de Vigo, son de Carballo, Boimorto, Chandrexa de Queixa... El PSOE tiene una posición clara que busca la conjunción de las dos cajas para preservar su galleguidad y su solvencia a través de un Sistema de Protección de Inversiones (SIP). Es la postura del partido.
P. Pero a pesar de ello, hay un conflicto localista entre ciudades, como los hay con aeropuertos y universidades. ¿Comparte la opinión de Feijóo que toca hacer una Galicia global?
R. Hay un problema de localismo en Galicia. Y no es bueno. Pero cada ciudad tiene su idiosincrasia y desde luego lo que no hay es una Galicia global, porque la urbana no tiene nada que ver con la rural, ni la costera con la del interior. No se les pueden dar soluciones uniformes porque son realidades diferentes. Pero la crisis económica nos va a obligar a replantear muchas cosas y a ser más estrictos al invertir. Galicia tiene ocho recintos feriales para 2,7 millones habitantes; en Madrid hay uno para seis millones. Tendremos que especializarnos, las ciudades deben complementarse sin competir entre ellas. No tiene sentido duplicar servicios e inversiones con dinero público.
P. Sin embargo, rebrotó el localismo.
R. No se va evitar y a veces es sano, pero no quiere decir que se puedan hacer centros de salud o piscinas climatizadas en todos los ayuntamientos. No podemos tener todo. Lo que habrá que hacer es mancomunar servicios y hacer que una misma piscina para varios municipios. Y a lo mejor subvencionar el transporte para acceder.
P. Ya hubo intentos fallidos y no parece que haya avances.
R. Debemos superar las dificultades, porque es una demanda de los ciudadanos que pagan sus impuestos y tienen derecho de exigir que se gestionen con eficiencia los servicios.
P. ¿Cuáles son los problemas de su partido en la provincia donde más peso institucional y votos tiene?
R. Debemos conseguir que el partido sea más útil, más fuerte y más próximo. Y que penetre más en la sociedad. Primero tratando de aumentar la afiliación, y luego estando más presente en el tejido asociativo. Quiero que allí donde haya un colectivo que exprese una inquietud o un problema, haya un socialista para escuchar, debatir y recoger su propuesta. Pretendo reforzar las estructuras del partido, y también sus signos identitarios.
P. ¿Está de acuerdo con su rival a la secretaria provincial en que las agrupaciones están desatendidas?
R. Fue una de las razones que llevó el partido a crear una estructura provincial. Desde Santiago es más difícil atender a Chandrexa de Queixa, pero no desde la secretaría de Ourense.
P. ¿Cómo se plantea integrar al 31% de la militancia que no votó a su candidatura, tras negarse a cualquier diálogo con la otra candidatura, que no está representada en la nueva ejecutiva?
R. No está. No quería llegar a un acuerdo, porque no es razonable, dos días antes de la votación. Y desde el momento en que se votó, ya no hay división. A los compañeros que votaron la otra lista les he pedido su apoyo. Todos somos necesarios y cuento con ellos para ayudarme a hacer más fuerte el partido.
P. Se han reconstruido alianzas con el BNG que estaban rotas en ayuntamientos como Porto do Son o Cambre. ¿Cómo van las coaliciones tras el fracaso en la Xunta?
R. Hubo problemas de ajustes al principio en algunos ayuntamientos. Pero a mitad de mandato, los pactos con el BNG están funcionando en general muy bien en todos los municipios.
P. ¿Incluido en A Coruña? Usted era crítico.
R. Creo que Javier lo está haciendo muy bien. Tenía un papel muy difícil que es sustituir a Paco Vázquez y además en un gobierno de coalición. Hubo problemas de encaje pero ya no existen. La coalición en el Ayuntamiento de A Coruña funciona como la seda.
P. Hasta hace poco opinaba lo contrario.
R. Sí, veía lo que veían todos los ciudadanos. Pero hoy veo una realidad distinta. El gobierno se ensambló y funciona perfectamente.
P. ¿Se ha aprendido de los errores de la Xunta bipartita?
R. Creo que sí, estamos madurando democráticamente. Los gobiernos de coalición son algo completamente normal en el ordenamiento constitucional europeo, no gobierna quien tiene más votos, sino quien es capaz de articular una mayoría a su alrededor. Lo que no podemos hacer es que una coalición sea sólo un reparto de las áreas de gobierno, y que en vez de un gobierno, haya dos. Eso es lo que no puede ser.
P. ¿Como ocurrió en la Xunta?
R. Exactamente, no es razonable, ni puede funcionar bien un gobierno, ni los ciudadanos lo toleran. Los gobiernos de coalición se conforman en torno al programa del partido mayoritario, incorporando algunas cosas del minoritario y dándole un papel. Pero no puede haber un gobierno dividido en dos partes.
P. Dijo que le queda mucho tiempo al PSOE de gobernar con el BNG. ¿Hay que repensar esa relación, como planteó Touriño?
R. Lo que hay que repensar es el concepto del pacto o de la coalición. Después de la experiencia en la Xunta, el que no lo tenía claro, ahora sí lo tiene. El partido mayoritario tiene que mandar. Le corresponde y tenemos que asumirlo, tiene que haber un único alcalde o presidente con un programa compartido. Tiene que quedar claro y meridiano a todos, si no la sociedad no lo perdonará.
P. ¿Hay algún ayuntamiento coruñés en situación económica crítica como en Cangas, que no puede pagar las nóminas?
R. Ninguno en situación tan crítica, pero sí algunos en una situación que les resulta muy difícil mantener el gasto corriente. Les vamos ayudar desde la Diputación porque los ayuntamientos que están en apuros económicos es por prestar servicios para los que no tienen ni competencias, ni financiación, pero que les exigen los ciudadanos. Lo que hay que hacer es, de verdad y en serio, una ley de financiación de las corporaciones locales.
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