La depresión de Forlán

Por si no tuviera suficientes problemas encima, la cúpula del Atlético se siente "desconcertada" por la apatía que Forlán, una de sus piezas fetiche, viene mostrando en la temporada. Aunque nunca fue un goleador de primeras vueltas y siempre le costó pulir su puntería en la primera mitad del calendario, las últimas actuaciones del charrúa, que cuenta cuatro goles y dos penaltis fallados, ocupan los pensamientos del ala noble del Calderón. Tanto que el presidente Enrique Cerezo empleó sus dotes más persuasivas tras el sufrido empate en Nicosia para recobrar el ánimo del uruguayo, obsesionado con igualar las 32 dianas que le valieron su segunda Bota de Oro. El mandatario, que tras el despido de Abel Resino se ha responsabilizado de la parcela deportiva mientras el consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, dice centrarse en la financiera, le motivó insistiéndole en que más pronto que tarde volverá a meter los goles que antes lograba y ahora se le escapan. "Le necesitamos ya", reconoce Quique Flores.

El técnico, que mandó un aviso a Pablo y Antonio López enviándoles al banquillo en Chipre, ensalza la buena disposición de Agüero. Nadie más de la plantilla es indiscutible. "Me gustaría acabar mi carrera en el Atlético", afirma entretanto Forlán, que no olvida que el Barça le ofreció seis millones de euros netos en verano tras lograr la Bota de Oro (ninguno de sus compañeros le acompañó en el acto en que le otorgaron el premio al no estar obligados). "Era la oportunidad de su vida, pero le convencimos para que renovase hasta 2013. Cobrará 4,5 millones, como Agüero, por los 3 que se venía embolsando. Tampoco está mal, ¿no?", aluden en el Atlético. Lo cierto es que la inesperada prolongación durante meses de las negociaciones molestó a Forlán, que llegó a requerir la mediación de Vicente Montes, el abogado que lleva los asuntos de Abel.