Arenas exprime la crisis del liderazgo de Chaves y Griñán
El presidente asegura que será secretario del PSOE y candidato
Estaba cantado. A la primera oportunidad, Javier Arenas iba a sacar provecho de la vistosa crisis que le regaló la semana pasada el PSOE a cuenta de la talla del liderazgo de José Antonio Griñán. Y a estas alturas -después de la entretenida trama de declaraciones públicas entre los socialistas, que ha mantenido hechizada a la audiencia andaluza- sin recurrir a insinuaciones o frases de doble sentido. Directo a la mandíbula. "Mucho te quiero perrito, pero pan poquito; le aplauden, sí, pero no le quieren poner de secretario regional de su partido", descerrajó ayer el popular en la réplica de su pregunta al presidente del Gobierno en la sesión parlamentaria de control.
El pie se lo había dado la acalorada ovación de rigor de la bancada socialista a las primeras palabras de Griñán. Antes le había enseñado la muleta: "Usted se muestra muy locuaz e incluso dicharachero cuando habla de su liderazgo, y enmudece cuando se trata de defender a Andalucía". Pero el socialista había optado por sortear el envite y contestar con una defensa de su antecesor, Manuel Chaves, para el que Arenas, una vez más, pidió una comisión de investigación por el incentivo a la empresa en la que trabaja su hija Paula. "La responsabilidad del anterior presidente es haberle ganado tres veces las elecciones, y su respuesta es el rencor".
"Le aplauden, sí, pero no le quieren poner de secretario general del PSOE"
Además, el ambiente se había ido caldeando por el enfado de los populares ante la ausencia de la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, que asistió en Madrid a la comisión mixta sobre la deuda histórica. Amenazaron con un boicoteo general y, al final, el plante consistió en una pegatina con la leyenda: "Respeto al Parlamento".
Tras el refrán del perrito y la mención directa de Arenas a que el PSOE andaluz se resiste a adelantar su congreso para darle cuanto antes el mando (en manos por ahora de Chaves), a Griñán no le quedó más remedio que entrar al trapo. Primero reprochó al presidente del PP que personalice siempre los debates y que centre sus intervenciones en su persona. Después dijo que le parece "sarcástico" que hable de liderazgo alguien que ha perdido tres elecciones. Aunque Javier Arenas no aludió ayer a la falta de "cultura de partido" de José Antonio Griñán -lo ha hecho en otras ocasiones al comentar la crisis del PSOE de la semana pasada-, el socialista soltó una frase que sin duda tenía pensada: "Usted sí que tiene una gran cultura de partido, ha militado en tres y ha refundado otro". Por último, Griñán se confirmó él mismo como secretario general socialista y candidato a las autonómicas de 2012 y, de paso, también a Arenas: "Seremos carteles electorales, yo siendo secretario general del PSOE de Andalucía, y usted presidente del PP andaluz. De eso no se preocupe, en absoluto".
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