La izquierda y los problemas de la gente
Por alusiones, contesto al artículo que publicó el 20 de noviembre en EL PAÍS José Fernández Álvarez, y que lleva por título Contra la paradoja europea. Vaya por delante que el artículo me ha parecido excelente y provocador. Creo que sí que existe una paradoja europea, porque a pesar de que todos estamos de acuerdo en dar por muerto y enterrado el antiguo paradigma (llamémosle neoliberal o no, en cualquier caso, el que auspició en su momento la derecha, con la colaboración, bien es cierto, de algunos partidarios de terceras vías), la derecha sigue ganando elecciones a mansalva, y en muchos países, la izquierda sigue perdiendo apoyos por todos los lados (gobierne o no). Es tan paradójico como lo hubiera sido que después de la caída del Muro, los partidos comunistas hubieran seguido ganando elecciones en los países que estaban al otro lado del telón de acero. Además, la izquierda está tanto más lejos de recuperarse cuanto más niegue la existencia de dicha paradoja.
No estoy muy seguro de que, como recomienda el autor, la izquierda deba ahora mismo, en plena crisis económica, empeñarse especialmente en defender que ha llegado la hora de apostar por un nuevo paradigma, el progresista. Sin embargo, a lo que sí que creo que tiene que dedicarse es a intentar solucionar los problemas de la gente: ya tendremos tiempo para plantear debates ideológicos más adelante. Si no lo hace, perderá credibilidad; si pierde credibilidad, perderá elecciones; y si pierde elecciones, no será capaz de apuntalar cambios de régimen, cambios de paradigmas, y ni siquiera cambios de modelos.
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