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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Nadal no es Nadal

El tenista español domina a Soderling en la Copa de Maestros, pero pierde por falta de agresividad en los puntos decisivos

Entre la oscuridad que gobierna la pista central de la Copa de Maestros, un único foco de luz ilumina al hombre que levanta un dedo para decir que es el número uno. No es Rafael Nadal. No es el español, que enfila el camino de los vestuarios mientras firma unos autógrafos. El dedo vencedor pertenece a un tenista al que le dicen Perro Loco, ése al que también conocen por El Lagarto: Robin Soderling ha ganado por un doble 6-4 que esconde una laguna en el juego del contrario. Los tenistas le llaman instinto asesino. Nadal lo revistió un día de voluntad de hierro. No ayer. No cuando pierde ambos sets tras ceder su servicio desde un 40-30 . No cuando ve inmediatamente neutralizada su ventaja de un break en la segunda manga. Y no cuando acumula 24 errores no forzados, la mayoría en los momentos que definían el encuentro, dos de ellos en punto de set en contra y punto de partido. Es en eso en lo que el Nadal de hoy no reconoce al que dominó el mundo a principios de curso: tuvo en sus manos el duelo y los peloteos decisivos se le escaparon entre los dedos como finos hilillos.

"No es momento de preocuparse más de la cuenta. He superado esto muchas veces"

Media hora después de la derrota, Nadal camina por un pasillo con la camiseta bien metida por dentro del pantalón del chándal. "Me está faltando tranquilidad, calma, en los momentos importantes", dice. "Si la tienes, puedes jugar más agresivo. Mi servicio, mi juego de ataque, va con la confianza, todo junto. No es un problema de nivel. Ha sido más un tema de intranquilidad mental que de juego. ¿Que si se puede mejorar? Por supuesto. Y se va a mejorar, seguro", cierra.

"Actualmente", añade Albert Costa, el seleccionador español para la Copa Davis, que le precede por el pasillo; "a Rafa le falta decidirse a ser más agresivo. Tiene que trabajar eso. Lo va a conseguir, seguro, porque está luchando mucho".

Se marcha Costa y sigue el ruido. Primero viene Andy Murray con un batido de chocolate con nata. Luego, Magnus Norman, ex número dos, uno que ha domado a los demonios de Soderling desde el banquillo. "Por comparación a nuestra victoria en Roland Garros, he visto a un Rafa más sólido, mejor", dice mientras busca la pista de prácticas; "en el segundo set jugó muy bien, fallando muy pocos tiros. Hay algo claro: incluso para un grande como él es difícil volver a su nivel, al del Abierto de Australia, tras estar fuera de la competición".

Cuando se marcha Soderling de la pista, quedan aún varias estadísticas por las que el español no ganó el partido: 60% de primeros saques, sólo tres subidas a la red y un inicio de encuentro que dio miedo (ganó dos de los primeros 14 puntos). Hay, sin embargo, otras cosas. "Si no hace perfectamente en esta pista su top spin, sus golpes se quedan cortos", cuenta Pat Cash, campeón de Wimbledon; "en tierra, la pelota le sube mucho; en hierba y cemento, atraviesa la pista, pero aquí, bajo techo, contra los grandes pegadores, a veces no tiene los suficientes recursos. Le tiran golpes ganadores constantemente de línea a línea".

Hubo un tiempo en que Nadal fue feliz con eso: parecía un galgo, pero era una mezcla de tigre y pantera porque, tras cada carrera, venía un zarpazo. Aún no es tarde. Mañana jugará a cara o cruz contra el perdedor del choque Djokovic-Davydenko igual que hoy lo hace Del Potro contra Verdasco (15.15, La 2 y Teledeporte; a las 21.45, Federer-Murray).

El mallorquín debe proteger su número dos contra el serbio y todavía tiene remotas posibilidades de ser el número uno. No es eso lo que le importa ahora. Nadal juega ya pensando en 2010, con permiso de la final de la Copa Davis. Para empezar, ayer ya dejó claro que cree en el reto de volver a ser él mismo: "El plus que me falta no está muy lejos. No es momento de preocuparse más de la cuenta. He superado estas circunstancias muchas veces y confío en volver a hacerlo".

Rafael Nadal se lamenta tras perder un punto ante Robin Soderling.
Rafael Nadal se lamenta tras perder un punto ante Robin Soderling.ASSOCIATED PRESS

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