Garzón rechaza la petición de libertad para Prenafeta y Alavedra
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón rechazó ayer la petición de excarcelación de Lluís Prenafeta y Macià Alavedra que había solicitado su abogado defensor, Joan Córdoba, argumentando motivos de salud. Prenafeta, de 70 años, fue secretario general de la Presidencia durante los gobiernos de Jordi Pujol, y Alavedra, de 75, ocupó varias consejerías. Ambos están en prisión desde el pasado día 30, cuando fueron detenidos en el curso de la Operación Pretoria.
La defensa recurrió ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional el encarcelamiento acordado por Garzón, pero al mismo tiempo reclamó del juez la libertad de sus clientes por motivos de edad y de salud. Después de esta desestimación, tendrá que ser la Sala de lo Penal la que se pronuncie. La Fiscalía Anticorrupción informó a Garzón en contra de la libertad de Prenafeta y Alavedra al considerar que nada ha cambiado desde que se les impuso esa medida cautelar.
Las defensas han recurrido a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional
La misma Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional debería decidir en las próximas semanas sobre los recursos que presentaron los abogados defensores de los otros tres encarcelados en el caso: el ex alcalde de Santa Coloma de Gramenet, el socialista Bartomeu Muñoz; el ex teniente de alcalde Manuel Dobarco, y el empresario Luis García Sáez. En el caso de los dos primeros, el juez Garzón también rechazó hace unos días la petición de libertad presentada por sus abogados.
El juez tiene previsto pronunciarse en los próximos días sobre la posibilidad de que los cinco presos sean trasladados a una prisión de Barcelona, tal como han solicitado los afectados. Hasta que no se produzca ese pronunciamiento del juez que investiga el caso y que es quien debe autorizar el traslado, los cinco reclusos permanecerán en la cárcel de Soto del Real.
Fuentes del Departamento de Justicia de la Generalitat explicaron ayer que en cuanto el juez Garzón acuerde el traslado, si es que finalmente así ocurre, los reclusos podrán ingresar en una prisión catalana, que muy probablemente sería la de Brians 2, inaugurada en el año 2007.
