El Gobierno extiende la bonificación del gasóleo agrario

El Gobierno hará un guiño en los Presupuestos Generales del Estado al sector agrario, que el sábado organizó en Madrid la mayor protesta en décadas para quejarse del hundimiento de precios y la falta de apoyo público. Los Presupuestos de 2010 aprobarán la instauración permanente del gasóleo profesional agrario de acuerdo con una enmienda presentada por los socialistas. Esta medida supone la devolución permanente del impuesto especial de hidrocarburos (0,0787 euros por litro), al margen de la evolución de los precios, para todo el combustible consumido en la actividad agraria.

La devolución del impuesto especial de hidrocarburos fue uno de los compromisos suscritos entre la Administración y las organizaciones UPA y COAG en los acuerdos suscritos en diciembre de 2005 como para compensar la subida de los costes de producción. Su devolución en los últimos tres años estaba condicionada a que los precios del mercado fueran superiores a la media de los precios pagados por el combustible entre octubre de 2005 y el mismo periodo en 2006. El compromiso contemplaba igualmente la puesta en marcha desde enero de 2009 de un gasóleo profesional cuyas características nunca se han llegado a definir.

Fraude sin investigar

Con el actual sistema de devolución del impuesto aplicado desde 2005, los agricultores reciben el importe en los seis meses siguientes al año de consumo previa presentación en la Agencia Tributaria de las facturas de compra. En los últimos años, esa devolución ha sido solicitada por unos 200.000 agricultores y ganaderos por unos 100 millones de euros y un volumen de 1.300 millones de litros.

El consumo teórico se estimaba entre 2.500 y 3.000 millones de litros, lo que supone que en la compra del mismo hay un importante nivel de fraude al ser empleado ese gasóleo para parques de maquinaria no agraria. La Agencia Tributaria se comprometió a realizar un estudio para detectar el fraude en el sector agrario que no ha hecho.

Instaurado un gasóleo específico para el campo sin el impuesto de hidrocarburos, las organizaciones agrarias reclaman otras mejoras, como la supresión del impuesto de minorista, el céntimo sanitario, y, sobre todo, que el IVA, en lugar de pasar del 16% al 18%, se rebaje al 7%.