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La investigación sostiene que un clan de 'narcos' estaba blindado

Javier Martín-Arroyo

Tras una paz inicial, ahora una guerra soterrada entre Asuntos Internos y los mandos de la Udyco, que sufrieron pinchazos, se libra en el juzgado. La investigación del caso acusó al jefe de la Udyco, ahora trasladado y al que pusieron un micrófono oculto en el coche, de supuestamente avisar de un registro al clan de los Barriga. "Resulta evidente la vinculación entre el jefe de Udyco y el clan (...) La actividad de Juan C. parecía blindada a la actividad policial", afirma en un informe.

Asimismo, los agentes destacan que dos miembros del clan tenían en sus agendas el teléfono del mando y preguntaron por él durante la intervención. Ante las acusaciones, el jefe de la Udyco alegó que un confidente había captado información para ayudarles y negó conocer el robo antes de que lo descubrieran. "La conversación de M. se produce después de la detención de los Barriga", dijo.

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Tras la denuncia de agentes sobre los "métodos poco ortodoxos" de Asuntos Internos, un abogado ha protestado porque los agentes acudieron a la cárcel para entrevistar a su defendido. "Ante procedimientos tan abyectos, nos reservamos el derecho de entablar las acciones que entendamos oportunas contra los miembros del citado grupo (...) Nos hace sospechar en una forma coactiva de obtener confesiones de mi mandante al margen de las garantías procesales".

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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