El Ibex 35 toca los 12.000 puntos

El Ibex 35 consiguió el pasado miércoles cerrar por encima de los 12.000 puntos, un nivel que no tocaba en 15 meses. Con esa subida, el principal índice de la Bolsa española lograba acumular una subida anual de más del 30%, aunque lo más importante es que en poco más de ocho meses la recuperación ha sido del 76,5%.

La más o menos rápida salida de la recesión de las principales economías occidentales y la recuperación del sector financiero han sido los motores de la reacción de los mercados de valores, hasta el punto de que la superación de los 12.000 puntos coincidió en la Bolsa española con los máximos anuales de Telefónica, Banco Santander y BBVA, los tres principales valores del mercado, cuyo negocio tiene una diversificación geográfica lo suficientemente amplia como para no ser dependientes de las vicisitudes de una sola economía.

El ambiente para que los mercados de valores se situaran en zona de máximos lo puso la economía de Estados Unidos, con una serie de indicadores que volvían a situar a su economía en la senda de la recuperación. En el pasado mes de octubre, las ventas al por menor crecieron el 1,4%, la producción industrial aumentó el 0,1%, el IPC subió ligeramente y los índices adelantados avanzaron por sétimo mes consecutivo. No obstante, también comenzaron a llegar señales negativas, como el descenso en el inicio de construcción de viviendas y el retroceso, ya en noviembre, del índice de actividad del sector manufacturero en el Estado de Nueva York.

Para los inversores españoles la cuestión de los máximos anuales se limita a un puñado de valores y a su capacidad para generar beneficios con una situación económica inestable. La mayoría de los pronósticos sobre la recuperación económica apuntan en estos momentos hacia la irregularidad y la lentitud, un panorama poco halagüeño para la mejora o el mantenimiento de los beneficios. Los avisos sobre la posible retirada paulatina de estímulos para el sector financiero a ambos lados del Atlántico tampoco animan a los inversores a mantener posiciones aunque, en términos generales, por el momento sólo se piensa en el cierre del actual ejercicio, que ya ha ofrecido abundantes plusvalías.

En medio de ese ambiente de incertidumbres llegó el anuncio de Japón de que su economía ha entrado en deflación debido a la constante caída de los precios. La economía japonesa es básicamente exportadora y, además de hacer frente a una competencia cada vez mayor, se encuentra ahora con la mayoría de sus clientes en crisis, al tiempo que las condiciones internas están frenando el consumo. Beneficios, inversiones y empleo son los principales problemas a que deberá enfrentarse Japón, algo que aquí suena muy cercano.

En las últimas sesiones, la contratación en el Mercado Continuo apenas ha cumplido con las expectativas de un mercado en máximos.