Cao Fei estrena un espectáculo con dos actores y sus avatares en 'Second life'
'RMB City opera' es una obra teatral experimental, inspirada en los espectáculos de propaganda de la Revolución Cultural china
Un teatro posmoderno en el corazón de Turín ha sido la sede elegida para el estreno europeo de RMB City opera, una obra teatral experimental, inspirada en los espectáculos de propaganda de la Revolución Cultural china, que se desarrolla simultáneamente en el mundo real y en Second life.
La autora del sobrecogedor y logrado experimento es Cao Fei (Guangzhou, 1978), una de las estrellas emergentes del panorama artístico contemporáneo, que en sus obras -sobre todo instalaciones multimedia y vídeos- combina estética cibernética, lenguaje popular y surrealismo, con un inédito análisis de las caóticas transformaciones que están afectando a la sociedad china.
RMB City opera, que combina las interpretaciones de dos actores (los fundadores de Fan Dance Troupe, compañía vanguardista de Pekín) y sus respectivos avatares, ha sido uno de los espectáculos más aclamados de Cegar la escucha, un programa de hibridaciones entre arte y teatro, organizado por Artissima 16, la más importante feria de arte contemporáneo de Italia.
La ciudad inventada
RMB (Renminbi) es la divisa del pueblo de la Republica Popular China y también el nombre de una ciudad virtual en Second life, construida "a partir de la fantasía de las personas, más allá de su nacionalidades y culturas", según su creadora. "Quería crear una ciudad que no se inspirara en las occidentales y tuviese características chinas. El espacio virtual me atrae porque rebasa los límites de la realidad, permite experimentar y realizar los sueños utópicos de la humanidad", indica Cao Fei, en el mundo virtual China Tracy. El objetivo de esta comunidad artística es explorar las relaciones creativas entre el espacio real y virtual, y a la vez reflejar la explosión urbanística y cultural de la China contemporánea. "Aunque está hecha de píxeles, RMB experimenta una evolución continua como cualquier ciudad china. Yo dirijo su desarrollo general, pero las decisiones se toman de forma colectiva y cada tres meses nombramos un nuevo alcalde, que puede ofrecer su aportación personal al desarrollo de la ciudad. Nuestro primer alcalde fue Uli Sigg, el principal coleccionista de arte chino actual, y ahora es Jerome Sans, director del Ullens Center for Contemporary Art de Pekín", explica la artista, que registra en vídeo el nacimiento y crecimiento de cada elemento de RMB City. "Estoy segura de que documentar la construcción, el crecimiento, la prosperidad y por fin el abandono y la extinción de este ambicioso proyecto, en el futuro tendrá un valor histórico significativo", asegura.
Yang Ban Xi
La artista ha rodado ya varios vídeos ambientados en el mundo virtual, empezando por I mirror (Yo espejo), de 2007, sobre las primeras incursiones de China Tracy, su avatar, en Second life, pero es la primera vez que utiliza esta plataforma para un espectáculo teatral.
RMB City opera se inspira en el Yang Ban Xi (Teatro de los Ocho Modelos), un espectáculo de propaganda de la Revolución Cultural china que durante años fue la única forma de entretenimiento aprobada por el régimen, ya que las funciones tradicionales habían sido prohibidas por Jiang Qing, la mujer de Mao.
Los jóvenes actores en el escenario y sus avatares en una pantalla a sus espaldas interaccionan a través de movimientos plásticos e hipnóticos, al ritmo de una envolvente banda sonora y del repicar de los dos teclados, cuyos chats sustituyen los diálogos. "Second life es el escenario perfecto para un drama chino virtual poscomunista", remata Fei.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.