"No nos arrepentimos de nuestro pasado"
Fueron tan populares durante los años ochenta que hace poco un anuncio televisivo utilizaba el tema Don't you (forget about me) como guiño hacia quienes rondan la condición de cuarentones. Lo cierto es que Jim Kerr (Glasgow, Escocia, 1959) nunca repitió un éxito tan colosal, pero su banda, Simple Minds, ha seguido trabajando de forma ininterrumpida y entregó hace unos meses Graffiti soul, decimoquinto y muy aceptable álbum en estudio. Esta noche regresa a Madrid en plena reivindicación de aquella década dorada, justo cuando bandas como Duran Duran o Spandau Ballet intentan disfrutar de una segunda juventud. A Kerr, en cambio, no le interesa la nostalgia. "Yo soy más de mirar hacia adelante", explica desde su hotel en Barcelona.
Pregunta. ¿El alma grafiteada que da título a su disco es la suya propia?
Respuesta. Sí, era una manera de explicar que no nos arrepentimos de nuestro pasado, un poco a la manera del Non, je ne regrette rien, de Edith Piaf. Ni siquiera de las cicatrices o los dolores profundos que se mencionan en la letra.
P. ¿Por qué cree que vuelven a interesar tanto aquellos años ochenta que les encumbraron?
R. Lo ignoro, sobre todo porque no me interesan los revivals. Siempre he preferido las historias que tienen continuidad, como la nuestra.
P. ¿Pero no hay nada que eche en falta de aquella etapa?
R. Por más que me paro a pensarlo, no consigo añorar nada. Soy de los que se levanta cada mañana y afronta el día tal y como llega.
P. Por mucho que no hayan dejado de grabar discos, sólo les piden sus éxitos de la primera época. ¿Le frustra?
R. A Bob Dylan, Springsteen, Brian Wilson, Paul McCartney o incluso U2 también les podría frustrar que su nuevo material no obtenga la misma repercusión que el de antaño. Aunque nosotros seguimos decididos a mantener viva nuestra historia con nuevos capítulos.
P. ¿Divisa en el escenario a algún jovencito entre el público?
R. Muchos, créame. Quiero pensar que aprecian la autenticidad de nuestro sonido.
P. A usted nunca le acabó de gustar Don't you (forget about me), pese a su acogida. ¿Ha reconsiderado su postura?
R. En gran medida sí. No le tenía cariño a la letra, pero con el tiempo he comprendido que se trata de una gran canción de pop para la radio.
P. ¿En estos 30 años nunca pensó en tirar la toalla?
R. No. Y si lo he hecho, no habrá sido durante más de un par de segundos.
P. ¿Le han tratado bien en sus anteriores visitas españolas?
R. Sí, salvo el día que a alguien en nuestra compañía de discos se le ocurrió regalarme un precioso y auténtico traje de luces. ¡Y yo soy vegetariano!
P. Confiese: ¿algún disco impensable en su colección?
R. Los de Barbra Streisand. Lo confieso.
Simple Minds actúa esta noche (21.30) en la sala La Riviera. Entradas a 40 euros en www.ticktackticket.com.
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