Dispersión en la salida
Sorteada la fase más delicada de la crisis financiera, el foco de atención del escenario macroeconómico internacional para los próximos trimestres girará en torno a la velocidad de recuperación de las principales economías desarrolladas, una vez que se ha constatado la mayor capacidad de resistencia del bloque de economías emergentes.
Una salida de la crisis a distintas velocidades es, sin duda, uno de los escenarios más factibles, no sólo atendiendo a la dicotomía que existe entre economías en relación con la acumulación de desequilibrios internos que requieren de una corrección en las tasas de inversión agregadas y/o de las ratios de endeudamiento privado, sino también a los últimos registros del PIB correspondientes al tercer trimestre de 2009. Mientras Alemania y Francia ya encadenan dos trimestres consecutivos de crecimiento y Estados Unidos registra el primer avance trimestral, el Reino Unido continúa en recesión, al igual que economías europeas de menor dimensión como la española. La dispersión en la magnitud de la reactivación económica se pueda erigir como uno de los rasgos definitorios del panorama internacional durante 2010.
La salida de los países de la crisis a distintas velocidades es, sin duda, uno de los escenarios más factibles
En este contexto, las políticas de retirada de los estímulos públicos, introducidos cuando la recesión amenazaba con convertirse en una depresión a escala global, cobran especial importancia. La secuencia de medidas adoptadas desde que la quiebra de Lehman puso de manifiesto la exigencia de intervenciones públicas coordinadas y de dimensiones desconocidas puede servir de referencia a la hora de establecer una hoja de ruta en las estrategias de salida.
La eliminación gradual de los estímulos monetarios cuantitativos, vinculados a la expansión de la base monetaria de los bancos centrales, es previsible que constituya la primera piedra de toque. La cancelación de facilidades de crédito creadas ad hoc para subsanar disfunciones que a día de hoy no son relevantes desde un punto de vista sistémico y cuya demanda ha caído de forma muy significativa; el endurecimiento de las políticas de gestión de la liquidez, eliminando las inyecciones ilimitadas o reinstaurando la operativa de subastas competitivas (vigentes antes del estallido de la crisis), y la finalización de los programas de compras de activos pueden constituir las principales vías de actuación.
El tensionamiento de la política monetaria a través de subidas de los tipos de interés de intervención tardará más en producirse: los pilares que garantizan un crecimiento económico sostenido tanto en Estados Unidos como en el área euro son aún débiles y, al margen de repuntes puntuales, la inflación no constituye un factor de riesgo a medio plazo.
En la mayoría de los casos, el último eslabón en la cadena de intervención pública ha sido el de la política presupuestaria, y probablemente también será el último sobre el que los Gobiernos establezcan restricciones en próximos trimestres, aun a costa de incurrir en déficit públicos abultados e incrementar las ratios de deuda sobre PIB a niveles históricamente elevados. Las ayudas públicas a la demanda interna han determinado buena parte de los registros de crecimiento recientes: una retirada prematura de éstas podría lastrar una recuperación que, hasta hoy, todavía se antoja incipiente. -
Sara Baliña y Daniel Manzano son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas de Afi.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.