La patronal reclama a Camps que dé tranquilidad a la vida política
La petición se suma a las realizadas por AVE y Juan RoigSáenz de Santamaría dice que la metáfora "no es en absoluto afortunada"
El presidente de la patronal valenciana, Rafael Ferrando, que suele compartir al pie de la letra los planteamientos de la Generalitat, reclamó ayer al presidente Francisco Camps que aporte "tranquilidad y sosiego" a la vida política. Lo hizo en un descanso de la jornada de reflexión empresarial organizada por Cierval (Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana), antes de reunirse en un almuerzo con el jefe del Consell, y un día después de que Camps acusara al portavoz socialista en las Cortes, Ángel Luna, de querer darle el paseo. La llamada de atención llegó al final de una semana caracterizada por el cierre de filas en torno a la Generalitat.
Entre el lunes, día en que el PSPV se querelló contra Camps, la cúpula valenciana del PP y cinco constructoras por un supuesto delito de financiación ilegal vinculado a la trama Gürtel, y el jueves, Ferrando lamentó que la denuncia incluyera a empresas en "un momento de crisis". Defendió la "honorabilidad" de las firmas afectadas. Desmintió que, como había dicho el PSPV, hubiese recibido presiones del Consell para posicionarse al respecto; comprendió que el PP y la oposición no se pusieran de acuerdo en la renovación de los consejeros de las cajas de ahorro (los socialistas fueron excluidos) "por las discrepancias que hay, con querellas de por medio". Y afirmó que no existía alternativa al trasvase del Ebro.
Cierval se desmarca de Camps tras una semana de cierre de filas con el Consell
Por moderada que fuera, la petición de serenidad no sentó bien en la Generalitat, que puso el énfasis en que Camps y los empresarios coincidieron durante la comida en la importancia de estar unidos frente a la crisis, debatieron los problemas que afectan a los primeros y las medidas que la Generalitat ha puesto en marcha para solucionarlos. Ni una palabra sobre la petición de calma en el terreno político. Una portavoz de Cierval confirmó que el asunto no se trató, pero que en el documento que se le entregó a Camps se subrayaba la necesidad de alcanzar pactos de Estado, por encima de luchas partidistas.
El llamamiento a rebajar la crispación política ya lo había realizado el jueves Francisco Pons, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios. Y Juan Roig, dueño de Mercadona, reclamó hace dos semanas a los políticos medidas "consensuadas" para hacer frente a la crisis.El portavoz socialista en las Cortes Valencianas, Ángel Luna, explicó ayer, por su parte, que no tiene "inconveniente" en aceptar las disculpas de Camps, aunque considera que "le han forzado a presentarlas". Luna indicó que el incidente no hará que deje de preguntar por el caso Gürtel al presidente de la Generalitat.
El portavoz socialista explicó que en las últimas horas ha recibido "muchísimos apoyos de toda España, pero también llamadas de muchos empresarios" que les "agradecen" su "lucha". "Están deseando que en la Comunidad Valenciana haya una economía libre donde puedan competir en igualdad, donde todos tengan derecho a ganarse lo que consigan con su esfuerzo y no gracias a relaciones especiales".
En este contexto, la secretaria de Organización del PSPV, Elena Martín, aseguró que "hay silencios, como el de la cúpula nacional del PP, que lo dicen todo, y a Camps ya lo dan por amortizado".
El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, tachó el comentario de Camps sobre el paseo de "deleznable". "Probablemente los líos internos en los que está metido están haciendo que Camps pierda la cabeza", dijo Lara en Alicante, donde exigió a Mariano Rajoy que "mueva ficha" ante estas declaraciones que son "una salvajada".
La portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, reconoció que la manifestación de Camps "no es en absoluto afortunada", pero destacó el hecho de que hubiese pedido disculpas. El PP valenciano salió en tromba a defender a Camps, a elogiar su "altura política" y a denunciar lo que consideran una "cacería política" de los socialistas. El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, en cambio, afirmó que él no habría pedido disculpas pero que "el presidente [Camps] es de otra pasta".
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