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La trama de los aparcamientos amenaza la gobernabilidad de Xàbia

PP, PSPV y Bloc intercambian acusaciones sobre tráfico de influencias

En Xàbia, las presuntas tramas sobre tratos de favor a empresas, los expedientes por irregularidades urbanísticas y el intercambio de acusaciones sobre nepotismo y tráfico de influencias han estado presentes en las dos últimas legislaturas, pero en sólo 15 días el clima político en la ciudad se ha enrarecido hasta límites insospechados: el arquitecto municipal ha acabado denunciado por un constructor local, el TSJ obligará al Ayuntamiento a pagar 3,3 millones por un litigio urbanístico y el PSPV ha denunciado que una empresa habría hecho estudios para construir dos aparcamientos antes de que el Ayuntamiento iniciara el expediente, recibiendo así presunta información privilegiada.

Moragues, del PP, medió para colocar al hermano de un edil del PSPV
El alcalde, del Bloc, quiere investigar la gestión de su actual socio, el PP

Este último es el caso más grave: harto de que se cuestione su honorabilidad, el alcalde, el nacionalista Eduardo Monfort, ha amenazado con dimitir antes de Navidad; el intercambio de insultos subió tanto de tono en el último pleno que el portavoz del PP, Juan Carlos Generoso, hizo una desesperada llamada a la concordia; y el PSPV exige que se investigue Ecisa, la empresa que construyó y que explota los dos aparcamientos.

Para entender lo sucedido, hay que escrutar el complicadísimo mapa político de Xàbia, ciudad que lleva años sin mayorías absolutas y en la que los numerosos partidos políticos (en esta corporación hay cinco) se han turnado en el poder aliándose y enemistándose constantemente. Hay concejales que llevan en la política desde los ochenta, como el popular Juan Moragues y el propio Eduardo Monfort, que se han arrebatado la alcaldía con mociones de censura. Monfort gobernaba con el PSPV desde 2005 y se alió el año pasado con Moragues, antes su enemigo. Todos se conocen tanto que nadie se fía de nadie.

El escándalo estalló cuando el portavoz del PSPV, José Chulvi, desveló facturas por las que Ecisa encargó bajo el gobierno de Moragues tres proyectos técnicos sobre las futuras obras antes de que éstas se adjudicaran, el 30 de diciembre de 2005 y antes, por lo tanto, de que se hiciese público el resultado del concurso, que ganó la mercantil. Ésta encargó además los proyectos técnicos a la Consultora de Actividades Técnicas (CAT), empresa a la que Moragues encomendó el estudio de viabilidad y el anteproyecto de los aparcamientos.

En noviembre de 2005, una moción apartó del poder a Moragues en beneficio de Monfort, quien, aliado con el PSPV, siguió con el proceso hasta contratar con Ecisa en 2006. Pero como los aparcamientos han sido un desastre y están vacíos, Monfort y Moragues quieren comprárselos a Ecisa, lo que le costaría 20 millones, para no tener que indemnizar a la firma. Chulvi ha revelado una cláusula de la adjudicación que indicaría que el Ayuntamiento no está obligado a pagar ni un céntimo.

Hasta aquí los hechos. Después, el carrusel de rencillas, la guerra de todos contra todos. Monfort se ha mostrado muy dolido con los socialistas porque gobernó con ellos mientras acababa de tramitar la adjudicación de los aparcamientos, pero a la vez ha exigido a Ecisa que dé explicaciones por sus facturas, lo que es ordenar una investigación encubierta sobre la gestión de la alcaldía de Moragues, ahora su socio.

Más madera. El edil del BNV Vicent Chorro instó a los periodistas días después de las revelaciones de Chulvi a que investigaran un caso de nepotismo urdido por un concejal del PSPV, quien habría colocado a un hermano en la empresa de los aparcamientos. Chorro no nombró al concejal socialista en cuestión, pero éste, Rafael Bas, se dio por aludido en el último pleno, llamó a Chorro "cobarde y mezquino" y acabó por indicar que su hermano entró en la firma en 2004, cuando él estaba en la oposición. Y quien salió en defensa de Bas fue Moragues, que pese a ser el enemigo teórico del PSPV dijo que fue él quien influyó para que el hermano de Bas lograra ese trabajo. "Soy amigo de la familia de Rafael Bas", explicó.

Una semana después, ha sido la cúpula urbanística del Ayuntamiento la que se ha visto afectada por la denuncia de un constructor local que acusa al arquitecto municipal, Enric Morera, de haberse construido una vivienda presuntamente ilegal en suelo protegido del paraje de la Granadella. El constructor, Antonio Serrano, declaró que ampliará la denuncia contra el alcalde porque considera que ha paralizado el expediente de infracción abierto contra Morera.

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