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Aguayo y Arenas se tienden la mano en el presupuesto

Gobierno y Junta fijarán el día 26 la forma de pago de la deuda histórica

"Me ofrece un pacto sobre el presupuesto. Hay un mes por delante, se lo acepto y espero que sus propuestas tengan más sentido que lo que he escuchado en esta tribuna". De esta forma, la consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, cogió la mano que le tendió ayer el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, para pactar en comisión el Presupuesto de la Junta de 2010, una vez superadas las enmiendas de devolución de populares e Izquierda Unida.

En contra de lo que muchos esperaban, el de ayer fue un auténtico debate de presupuestos, de contraste de modelos entre PSOE y PP de cómo afrontar la morrocotuda crisis económica. Martínez Aguayo defendió ayer en el pleno del Parlamento sus primeros presupuestos de la Junta, los "más difíciles", reconoció, de los últimos 15 años, dada la caída en picado de los ingresos y, por lo tanto, de casi todas las partidas de gasto. Enfrente, un Javier Arenas con más experiencia parlamentaria, pero menos ducho en los números, con un mensaje claro desde el primer minuto: "Sin gobierno nuevo, no hay presupuesto nuevo". La intervención de Arenas sonó a veces a discurso de investidura -cuando expuso su alternativa basadas en múltiples reformas- y otras, a moción de censura: "Llevan 30 años gobernando y entonces había medio millón de parados y ahora hay un millón". Pero también ofreció a su grupo parlamentario para alcanzar un pacto con el PSOE antes de que las cuentas de 33.727 millones de euros sean finalmente aprobadas en diciembre. Aunque Aguayo lo aceptó, habrá que esperar hasta el final para comprobar si ambos jugaban al rentoy y el millar de enmiendas parciales que suele presentar el PP no acaban en la papelera.

"Me ha superado", dice Griñán de la consejera tras el debate

Aguayo intentó desmontar las recetas de Arenas contra la crisis -menos impuestos, más inversión, más austeridad- manejando los presupuestos del PP en las comunidades donde gobierna como Rafa Nadal su raqueta. "Sus soluciones pasan por quitar servicios públicos o privatizarlos. Es lo que están haciendo y lo que tienen grabado en su ADN".

Otro de los flancos por lo que atacó Arenas fue el de la falta de consignación presupuestaria estatal de la deuda histórica, lo que le llevó a la conclusión de que los presupuestos "son ilegales" al contemplar una partida que no está garantizada. Salvada por la campana, Aguayo anunció en el pleno una reunión de la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales el próximo 26 de noviembre en la que fijará "los medios y el procedimiento de pago" de la deuda histórica, una reunión que Arenas se apresuró a calificar como el "acuerdo de los solares", después de que la consejera reiterara que a la Junta le interesa recibir suelo propiedad del Estado. La fecha de la cita le llegó momentos antes del pleno.

Por razones completamente opuestas a las del PP, el portavoz de IU, Pedro Vaquero, reclamó la devolución de los presupuestos por "entregarse a la banca y a las grandes empresas".

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Tras el pleno, los socialistas no ocultaron su satisfacción por la intervención de la consejera. Temían que le ocurriera lo que a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que perdió el debate presupuestario con Rajoy. Y lo sabía: "Lo doy por perdido, se lo regalo", le dijo a Arenas, "con tal de que salga una propuesta útil para Andalucía", dijo antes de entrar en faena. Su mentor, el presidente José Antonio Griñán, sonreía tras el debate: "Me ha superado".

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