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La arquitecta de Sant Boi sostiene ante la juez que el pabellón hundido no tenía deficiencias

Dos informes periciales resaltan que la nave sufría problemas graves

El pabellón de béisbol de Sant Boi de Llobregat (Baix Llobregat) que se hundió el pasado mes de enero por el fuerte viento y que sepultó mortalmente a cuatro niños tenía todos los elementos de seguridad necesarios. Ésta es la tesis que defendió ayer Carmen Ruiz, arquitecta del Consistorio, que declaró ante la juez en calidad de imputada por cuatro homicidios imprudentes y nueve delitos de lesiones.

La arquitecta defendió a capa y espada su proyecto ante la juez que instruye el sumario. En un discurso muy técnico, Carmen Ruiz argumentó que el túnel de bateo tenía todas las medidas de seguridad previstas. Ruiz aseguró que las paredes estaban sostenidas por pilares rellenos de hormigón y que el techo, que fue el que al volar por el fuerte viento acabó derribando la pared del pabellón, estaba perfectamente sujeto a la estructura de la nave.

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Tanto el estudio sobre el caso que hizo el Colegio de Arquitectos, encargado por el Ayuntamiento, como el informe pericial, destacan deficiencias graves en la construcción del túnel de bateo: faltaban precisamente refuerzos de hormigón armado en las paredes y correas de sujeción que unieran el techo con la edificación. "Ella [la arquitecta Carmen Ruiz] ha explicado su versión, que no se corresponde ni con lo que dice el perito judicial, ni con lo que dicen nuestros informes, ni tan siquiera con lo que dicen los informes encargados por el Ayuntamiento", explicó a la salida del juzgado José María Fuster i Fabra, abogado de los afectados. Fuster, que en todo el proceso judicial se ha quejado del trato del Ayuntamiento para con las víctimas, volvió a reclamar que las entidades aseguradoras consignen parte de la indemnización que corresponde a las familias.

Ruiz defendió que todos los elementos de seguridad presupuestados estaban en la construcción, al contrario de lo que indica el auto judicial, y que la edificación del túnel se supervisó correctamente. Un empleado municipal revisó a diario la obra, de la que ella era responsable directa. La arquitecta, que continúa ejerciendo en el Ayuntamiento como responsable del área de Territorio, sigue imputada. Ruiz salió con apariencia tranquila del juzgado, sin querer hacer declaraciones y tras declarar durante dos horas.

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