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Reportaje:

Un campeón sedentario

El Barça no gana un partido europeo lejos del Camp Nou desde el 26 de noviembre de 2008 en Lisboa - El equipo ha bajado su producción goleadora fuera de casa

"Somos el no favorito para ganar la Champions", anunció hace semana convencido el entrenador del Barça, Josep Guardiola, que se justificó repasando la historia de la competición: nunca un equipo ha dominado Europa dos años seguidos con el formato actual, desde 1992. Siempre obedientes, los jugadores parecen empeñados en darle la razón al entrenador y se han complicado la vida de mala manera. Tercero del grupo F por culpa de la derrota contra el Rubin Kazán en casa (1-2), y tras el empate a cero del miércoles, el Barça se ha metido en un buen lío. Ganó al Dinamo de Kiev (2-0), pero no ha pasado del empate sin goles lejos del Camp Nou, primero contra el Inter y luego en Kazán.

Comparado con el curso anterior, es fácil extraer lecturas. Equipo sedentario, parece que al Barça de Guardiola se le atraganta salir de visita: de los siete partidos que jugó lejos del Camp Nou la pasada Champions, ganó tres. Perdió el primero, en la previa, contra el Wisla, ganó los tres de la fase de grupo -Shakthar, Basilea y Sporting de Lisboa, su última victoria europea como visitante, el 26 de noviembre de 2008- pero no pasó del empate en octavos (Lyon), cuartos (Bayern Múnich) y semifinales (Chelsea). Los tres duelos terminaron 1-1.

La temporada pasada promedió 2,13 tantos por encuentro como visitante; ahora, 1,43
El conjunto azulgrana aún no ha marcado a domicilio en esta Liga de Campeones
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"Jugamos mejor que el año pasado"

El Barcelona apuntilló su camino a la final en los partidos de casa. El cuerpo técnico, pues, insiste en que el único error este año fue perder en casa contra los tártaros del Rubin: "Si antes de empezar nos dicen que empatamos en Milán y en Kazán, a ocho bajo cero, lo firmamos". El caso es que el Barça todavía no ha marcado un gol a domicilio, cuando hace un año marcó en seis de las siete salidas.

Puede que el cuerpo técnico tenga razón y que no haya jugado mal en ningún partido, ni siquiera el que perdió contra el Rubin en casa tras chutar a puerta 23 veces, pero está claro que no lo ha hecho bien y aunque lidera la Liga, ha empatado en las dos últimas salidas, a cero contra el Valencia y a uno contra Osasuna, que marcó en el descuento. Parece que algo va mal, pero no lo ven así ni los jugadores ni el cuerpo técnico, satisfechos de lo conseguido hasta ahora. "Éste es el camino. Tenemos una forma de jugar y con ella estaremos en cuartos o nos iremos a casa", dijo Guardiola tras el partido, contrariado porque sabe bien que sólo un clavo saca otro clavo y el Barcelona necesitaba la victoria en Kazán para curar la derrota ante el Rubin hace quince días.

El problema es que juega bien, remata mucho, pero no la mete. Los números advierten que, a domicilio, el Barcelona ha perdido pegada. El año pasado jugó 30 partidos fuera del Camp Nou, sin contar las dos finales, y marcó 64 goles, o sea, una media de 2,13 por encuentro. En lo que va de curso ha bajado hasta 1,43 después de 13 goles en nueve partidos. Es cierto, sin embargo, que el Barcelona sólo perdió cuatro partidos fuera de casa en todo el campeonato pasado: Wisla, Numancia, Atlético de Madrid y en Mallorca, cuando ya era campeón de todo.

Hasta el momento, en el Barcelona han sido más determinantes los actores secundarios, empezando por Pedrito, pasando por Keita o Valdés, que las primeras espadas, principalmente Henry. Tampoco Messi ha dado de sí lo que se sabe que puede dar. Al Barcelona le faltan revulsivos en el banco que transformen los partidos, como se vio en Kazán.

Llegados a este punto, Puyol lo tiene claro. "Nos quedan por jugar dos finales", anunció el capitán, consciente de que se puede pasar de ronda con nueve puntos, lo que exige una victoria ante el Inter y, al menos, un empate en la última jornada en Kiev. Un dato invita al optimismo. Con Guardiola en el banquillo, el Barcelona no ha perdido ninguna de las cuatro finales que ha disputado.

El equipo llegó ayer con dos horas de retraso a Barcelona por un problema técnico en el avión. Guardiola suspendió el entrenamiento y el equipo sólo tendrá un ensayo de cara al partido de mañana con el Mallorca.

Ibrahimovic disputa un balón con Ansaldi durante el Rubin Kazán-Barça del miércoles.
Ibrahimovic disputa un balón con Ansaldi durante el Rubin Kazán-Barça del miércoles.AP
El entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, ha asegurado que no ve al equipo fuera de la Champions, y que a pesar de la difícil situación, afrontará los partidos que quedan con la misma idea de juego: control de balón y creación de ocasiones. Guardiola ha dicho que no se moverá ni un centímetro de este patrón de juego.Vídeo: VNEWS

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