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Un sargento de policía, implicado en la red de prostitución de Lugo

Detenido un funcionario municipal dueño de un burdel

Un sargento de la policía local de Lugo y un funcionario en excedencia del ayuntamiento fueron detenidos ayer dentro de la Operación Carioca, que puso en marcha el Juzgado de Instrucción número 1 de para esclarecer supuestos delitos relacionados con la prostitución. Fuentes municipales confirmaron que el juez instructor presentó una orden de requerimiento contra este mando policial, que no se encontraba en el lugar de trabajo al estar de baja por enfermedad.

El arresto del sargento, que también tiene abierto un expediente informativo del gobierno local de Lugo por una supuesta incompatibilidad laboral, se produjo fuera de las dependencias policiales. Al igual que el funcionario en excedencia, fue trasladado también a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil, donde ambos se encontraban anoche, a la espera de pasar a disposición judicial. El funcionario está acusado de regentar uno de los burdeles implicados en la red.La llamada Operación Carioca, en la que han intervenido miembros de la brigada de asuntos internos de la Guardia Civil desplazados desde Madrid, ya acumula más de 20 detenidos, de los que la mitad han ingresado en prisión. Entre los arrestados que el juez envío a la cárcel figura un cabo de la Guardia Civil que unas semanas antes había pasado a la situación de reserva tras haber trabajado durante 35 años en la policía judicial y el Equipo de Mujer Menor de la comandancia de Lugo.

Ha sido imputado por siete delitos, entre ellos el de abusos sexuales. Ahora se encuentra en el centro penitenciario de Monterroso, donde existe un módulo especial para agentes de las fuerzas de seguridad, lo que le permite estar separado de los presos comunes. La actuación policial comenzó en la madrugada del 16 de octubre cuando se desplazaron hasta la Comandancia de Lugo varios agentes de Asuntos Internos y Grupos Especiales de la Guardia Civil, que precintaron y se incautaron de documentación en las oficinas del cabo detenido.

A continuación registraron y precintaron cuatro prostíbulos, tres de ellos en la capital y el cuarto en el municipio limítrofe de Outeiro de Rei. Desde entonces han continuado las detenciones, fundamentalmente dueños, encargados y porteros de burdeles, así como alguna de sus compañeras.

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