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La fundación de Unió multiplica por 40 sus donativos anónimos en dos años

El aumento coincide con el veto a las aportaciones opacas para los partidos

Miquel Noguer

El Congreso de los Diputados prohibió solemnemente en 2007 las donaciones anónimas a los partidos políticos que durante años llenaron las arcas de muchas formaciones, especialmente el Partido Popular, Convergència i Unió y el Partido Nacionalista Vasco. La ley trataba de dar mayor transparencia a la financiación de los partidos y pretendía acabar con las sospechas de que las donaciones anónimas, lejos de ser altruistas, buscaban favores políticos.

Pero algunos hallaron rápidas soluciones a la mengua de ingresos. Así se desprende al menos de las cuentas de la fundación Miquel Coll i Alentorn, vinculada a Unió Democràtica, que vio multiplicados por 40 sus donativos tras la aprobación de la ley. Y es que el texto sólo prohíbe los donativos anónimos a los partidos, no a las fundaciones de éstos.

"Nos hemos puesto manos a la obra para lograr recursos", dice UDC

Así, una fundación con escasa presencia pública, con sólo siete personas en plantilla, y que en 2006 apenas recibía 30.000 euros en donativos particulares vio incrementar sus ingresos mediante donativos hasta 1,2 millones de euros. Eso son 40 veces más en sólo dos años. El incremento de donaciones a la fundación llegó después de que el partido ya perdiera casi el 95% de sus aportaciones opacas tras salir del Gobierno catalán en 2003. Unió recibió 2,6 millones en 2003, cifra que cayó a 150.000 euros dos años después.

Las donaciones privadas a la fundación del partido constituyeron el 85% del total de sus ingresos en 2008. El resto procede mayoritariamente de subvenciones públicas. En las cuentas de la fundación aparece, a su vez, una transferencia de 100.000 euros a Unió Democràtica de Catalunya, el partido de Josep Antoni Duran Lleida. Se da la circunstancia de que 2008 fue año electoral, en el que Duran fue candidato de Convergència i Unió a las elecciones generales.

El caso de Unió es singular entre los partidos catalanes. Convergència, su socio de federación, vio crecer sus aportaciones ya en 2006, un año antes de la prohibición de los donativos anónimos a partidos. Iniciativa per Catalunya, el otro partido con muchas donaciones a su fundación, se justifica recordando que todos sus cargos institucionales donan al partido el 20% de su sueldo.

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Preguntada Unió por el destino de tantos donativos y por la coincidencia de éstos con la prohibición de financiar los partidos políticos mediante donaciones anónimas, Joana Ortega, portavoz de Unió y miembro de la fundación Coll i Alentorn, aseguró a este diario que no hay "nada raro" en ello. "La fundación Coll Alentorn ha sido víctima estos años del sectarismo de las instituciones catalanas y ha visto reducidas sus subvenciones públicas, así que nos hemos puesto manos a la obra para lograr recursos de particulares y empresas".

Sobre la donación de 100.000 euros a Unió Democràtica en un año electoral, el partido niega que el dinero sirviera para pagar la campaña. "Se trata de una compensación por la utilización de los locales del partido", señalan estas fuentes. Sin embargo, en la memoria que la fundación presenta ante la Generalitat aparece ya un apartida de 46.350 euros para "arrendamientos y cánones".

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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