Los padres del niño obeso insisten en no entregarlo

Los padres del niño orensano de 9 años con obesidad mórbida del que la Xunta de Galicia reclama la tutela propusieron ayer, cuando se cumplía el plazo para entregar al menor, un pacto a la Administración. Una salida que les permita mantener al pequeño, aunque reconociendo el control del departamento de Menores, con el compromiso de que "un endocrino de prestigio" controlará su dieta y emitirá informes periódicos, cada 15 días, sobre su salud. "Creemos que dialogando se puede encontrar la mejor solución para todos", justificó el abogado de los progenitores, José Manuel Rodríguez, incidiendo en que la propuesta cumple "el principio rector de asistencia y protección a la familia" al mantener al niño en su entorno comunitario.

"Nos hemos equivocado, le dábamos todo lo que nos pedía"

Mientras esperan una respuesta de la Xunta, Luis Montoya y Margarita Gabarres mantendrán al pequeño, como han hecho hasta ahora, en paradero desconocido para la autoridad judicial. Ambos son conscientes, según aseguraron ayer, de que se arriesgan a ser detenidos por un posible delito de ocultación del menor y a perder de esta forma la tutela por la que luchan, pero sostienen que están dispuestos a ir a la cárcel para evitarle al niño el ingreso en el centro de Menores. "Él no quiere irse de casa y si sé que está bien, nada me importa", explicó el padre la decisión. La madre habló por primera vez para reconocer, respecto a la dieta del niño, que se han equivocado: "Hemos sido malos padres al darle todo lo que nos pedía".

La propuesta de los padres no ha encontrado eco en la Xunta que a última hora de la mañana de ayer puso en conocimiento de la Fiscalía la situación de "desacato a la orden" administrativa ratificada por un juzgado orensano. El juzgado de familia se ratificó ayer en su posición alegando que se prima el interés del menor, cuya vida corre "un grave riesgo". El juzgado asegura la medida es provisional y que tuvo en cuenta los anteriores intentos de la Xunta para subsanar el problema. Los padres siempre "incumplieron" medidas "tales como la supervisión de los abuelos y el control de la dieta y ejercicio".

Luis Montoya y Margarita Gabarres reconsiderarán su decisión de no entregar a su hijo cuando conozcan oficialmente la respuesta del departamento de Menores de la Xunta aunque matiza su abogado que lo harán actuando siempre "por el interés del menor" que en estos momentos vive sometido "a una gran presión" según reconoció su padre.

El letrado reprocha a la Xunta que sólo se haya preocupado de la dieta del niño "y no de la educación de los padres".